Las cuatro situaciones más incómodas

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Foto:  Vero Altamirano
Foto: Vero Altamirano


Existen cosas incómodas en la vida como ir al baño y que no haya papel (más si la fiesta estomacal está por encima de lo esperado) o que traigas un cadáver de frijol en tu elegante dentadura, nadie te lo diga y que andes regalando sonrisas como candidato presidencial en reunión con señoras de la alta.

Esos dos casos son muy socorridos cuando hablamos de situaciones incómodas. Podríamos agregar los sonidos, olores y más. Pero hay otros que resulta oportuno mencionar aquí.

1. Adorno nasal

Esas situaciones inesperadas en que te dicen: «está padre el arete de tu nariz» y de inmediato descubres que el mentado arete se estira, rebota y se hace bolita, características innegables de lo que médica y científicamente se conoce como moco. ¿Nunca les ha pasado que ante un escurrimiento nazal propio de las cataratas de Iguazu, y ante la ausencia de un pañuelo desechable, se origina una burbuja que haría felices a los críos un domingo en el zócalo? Todo incontrolable espectáculo que se origine en las fosas nasales es incómodo y más cuando tenemos testigos.

2. Incontinencia verbal

Seguramente alguna vez han cometido la imprudencia de hablar de más y meter la pata con frases como «está chida la gordita» y que te respondan: «es mi tía«. Casi todos conocemos o sabemos de alguien que sugirió que tal o cual persona andaba un poco malita y descompuesta de su moral, y resultó ser parte del núcleo familiar del interlocutor.

3. El testigo del regaño o del pleito

Pocas situaciones son tan incómodas como cuando te tocaba ver que regañaran a tu amiguito de la primaria. Optabas por descifrar el misterio de los hoyos negros en el universo porque no había manera de quedar bien en esa situación. Y es peor aún cuando alguien empieza con una broma, la respuesta es más pesada y termina en pleito. Mucho más cuando se trata de una pareja. Y más aún cuando te causa gracia, ríes, supones que todos  están felices y luego resulta que fue una ofensa.

4. El cierre autónomo

Es incómodo ver que alguien trae el cierre del pantalón a la mitad, pero más incómodo es que alguien haga una referencia jocosa como: «te lo subes tú o nos lo bajamos todos» y que entre risas, el afectado no sepa qué hacer. Consideren no hacer eso si hay féminas presentes en la tertulia.

¿Cuáles han sido sus situaciones más incómodas?

Manolo

Dicen que soy una perfecta “mula”. Comunicólogo. Disfruto los generosos momentos que nos brinda el futbol, la música y el sarcasmo. Odio odiar. Me gustan los caminos cortos. Me aburren los laberintos. Fundamental, la lealtad. Indispensable, el agradecimiento. Decidido a combatir y el crimen y la injusticia día y noche, sólo descansando para tener amoríos con mujeres hermosas.

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