Verdaderos héroes y heroínas (rebeldes)

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Al futbol lo conozco de manera bastante cercana; tal vez por eso acudí a Juego de héroes (o El tuzo) con más ilusión de la prudente. Ubicada en la Bella Airosa, se trata de una película en el entorno al Club Pachuca, pero que versa más sobre amistad, solidaridad y valores que sobre balompié. Esto es de suyo un acierto, si partimos de que el futbol (de hecho, el deporte que sea) no tiene sentido esencial cuando carente de dichos sustentos.

Dirigida por Pedro Álvarez Tostado y Camilo Abadía, Juego de héroes cuenta la amistad, la separación y el reencuentro definitorio — iniciando en la infancia, hasta casi dos décadas después– de Luis (Sebastián Zurita) y Carlitos (Francisco Villalbazo), unidos por la pasión del futbol (y por nacer el mismo día) si bien, en todo lo demás, son parte de realidades por completo diferentes. Luis juega muy bien al futbol y pertenece a una familia integrada; por su parte, Carlitos, un chico discapacitado, sólo tiene a su madre.

Temprano en la película, Carlitos queda huérfano y sólo en el mundo; incluso sin Luis, ya entonces su mejor amigo, cuyo clan cambia de residencia a otra ciudad. Al paso de los años, ya como futbolistaprofesional, Luis alcanza el éxito. Se hace rico y famoso y está en boca de la opinión pública; pero será Carlitos, el “desposeído”, el que nada tiene, quien brinde al amigo que nunca olvidó (y a su glamuroso entorno de “famoso”) las lecciones de vida que le hacen faltan. Así las cosas, ¿quién es, entonces, la estrella, el verdadero héroe?

En lo cinematográfico, Juego de héroes es si acaso mediana. Pero no es desde esa óptica que debe juzgársele. Por lo que hay que verla — haciendo de lado todo el tramposillo melodrama– es justo por lo que le da sustento: su historia y su lección de cuán artificial y efímera es la fama (manipulada a su antojo por la frivolidad de los mass media) y de cuánto lo que uno vale es por la familia (la propia o la que en el camino te rescata) y por esos valores que sí son esenciales: el esfuerzo, la disciplina, la solidaridad, el trabajo en equipo y, en fin, la fuerza de espíritu para alcanzar tus sueños, para no sólo soñarlos. Y sospecho que lo anterior, esta vez, principalmente se debe a quienes producen la película — la cúpula del Grupo Pachuca, a quienes no tengo el gusto de conocer– y no tanto a los realizadores.

La razón es evidente: lo presente en pantalla obedece mucho más a un ideario que a un guion. Si esto alcanza o no como un elogio para Juego de héroes, no lo sé; pero me da gusto destacarlo, porque es así (y quizá sólo así) como este film debe verse. Ojalá sea mucho el público que lo haga, sin que únicamente sean seguidores del Pachuca.

Por otro lado, en un tono totalmente distinto, también exhibe El club de las madres rebeldes (Bad moms), de Jon Lucas y Scott Moore, acerca de un trío de mamás — Mila Kunis, Kathryn Hahn y Kristen Bell— que, hartas, deciden decir “¡basta!” al concepto de “mamá perfecta”. En especial lo hacen uniéndose contra la presidenta del Consejo de Padres de Familia (Christina Applegate) de la escuela de sus hijos, una tirana loca de atar.

¿Y por qué todo esto? Porque concluyen que “matarse” por cuidar y preocuparse de su prole (a quienes desde luego aman con locura) sólo las tensiona y esclaviza, sin que de ello derive un beneficio genuino, esencial, para esos sus querubes. Entonces, lo mejor es un cambio de 180 grados y…que empiece la fiesta.

Escrita y dirigida por los responsables de ¿Qué pasó ayer?, El club de las madres solteras es, por el mismo camino, una cinta siempre mal hablada (muy), a ratos profana e irritante, que aún así — detrás de su fachada estridente y algo libertina– se las arregla para propiciar la discusión sobre el significado de la maternidad hoy, con las madres bajo el escrutinio despiadado de lo que histórica y socialmente se espera de ellas. El resultado, con los deméritos ya mencionados (que no son pocos), es una película más provocadora que divertida, sobre un tema que no lo es tanto. De todos modos, Kunis, Hahn y Bell, las mamis en cuestión, se la terminan pasando “bomba”.

Alfredo Naime

Comentarios, recomendaciones y consejos para apreciar el séptimo arte, vertidos por el más reconocido crítico de cine en Puebla y zonas aledañas. Disfruta su videoblog.

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