Hoy hablaré de un tema que no merece tanto espacio virtual, en este su blog de desconfianza, pero que me desespera tanto que tenía que dedicarlo a unas cuantas personas, además de que soy re quejón, ¿qué le puedo hacer?
Estás durmiendo plácidamente un domingo, tratando de recuperar algo de cordura con una buena sesión de sueño –ya que toda la semana se quebró uno el culo trabajando– y de pronto suena el timbre de la puerta. Se hace uno menso y decide no hacer caso. Entonces vuelve a sonar el timbre repetida y desesperadamente, a lo que uno se levanta hasta preocupado, pensando en que hubo algún accidente o algo así, abre la puerta y ¿qué se encuentra uno? Un desgraciado que decide vender esponjas para limpiar el techo, “pues uno no alcanza normalmente o deja más sucio si se limpia con una escoba” dice el amable vendedor. Resulta que te das cuenta de dos cosas: uno, que tu casa (humilde)tiene 2.00mt de altura y que con la mano la puedes limpiar sin problemas y dos, que son las 7:45 de la mañana, ¡en domingo! Definitivamente dan ganas de agarrar esos palitos y agarrar al tipo como piñata.
Y bueno este es sólo un pequeño ejemplo de cómo les gusta interrumpir el sagrado sueño (si yo pudiera hibernaría como los osos o incluso mejor). Otro ejemplo es cuando duermes y sueñas con cualquier cosa suficientemente buena como para no despertar, algo así como con tu compañera de la escuela que nunca fue tu novia y ahora se muestra lista para cumplir tus necesidades, pero cuando el brassiere está volando por los aires el celular suena y te despiertas enojado para enterarte que un “considerado” amigo llama preguntando si te encuentras despierto.
-«Sí hijo de las milquinientas plagas, ¿qué se te ofrece en este sábado a tan tempranas horas?
-«Ahh es que quería saber si puedes prestar el libro de Harry Potter», dice el desgraciado.
-«¿Y es muy urgente?», pregunto.
-«Ah no, lo necesito para el lunes…», responde.
-¿Entonces para qué carajos llamas tan temprano?
Otra situación sólo se podría imaginar en películas de terror pero sucede y seguido: Acurrucado en la cama soñando con la paz mundial o cualquier otro tema imposible, es lunes festivo y no hay plan. Hay que aprovechar ese día para echar pereza hasta que las sábanas te escupan de la cama o se hagan costras de lagañas en los ojos. De pronto sucede lo increíble: el vecino decide probar los 7000 watts de potencia de su equipo de sonido con el nuevo disco de Amapolita de Arahuay, que más que cantar parece un gato muriendo porque se le están quemando las cuerdas vocales. La casa empieza a cimbrar del poderoso bajo de la música y se da uno cuenta de por qué hay que odiar a los vecinos, pues el muy desgraciado expone toda su biblioteca musical a partir de las 7 de la mañana y con las ventanas abiertas aunque haga un frio del demonio.
Sólo le queda desear a uno que ese gato que está muriendo, se trence de sus pelotas y compartan los dos esos sonidos de dolor puro.
Ya por ultimo uno muy pero muy desgraciado, y es que es fácil: ¿Por qué les da por arreglar el entorno público a las horas menos coherentes? ¿Por qué tienen que podar los árboles los domingos a las 8 de la mañana? o ¿perforar el cemento para meter una nueva línea telefónica a horas que el sol ni siquiera está completo, o tapar esos mismos huecos y los de la calle a la 1 de la mañana?
Esos definitivamente son misterios sin resolver, pero suceden y a menudo, con finales muy trágicos en nuestras mentes pero demasiado sumisos en la vida real. Hasta lo hizo arenita en aquél capitulo de Bob Esponja, (survival of the idiots) así que tengan cuidado a que bestia iracunda quieren despertar.
Foto: joanna8555
Alejandro Cadavid
JA, JA…
DE ANTEMANO ESTOY DE ACUERDISIMO EN QUE EL SUEÑO ES UNA DE LAS ACTIVIDADES MÁS SAGRADAS DEL SER HUMANO.
Y ME PARECE BUENA IDEA ESTO DE INVERNAR, QUEMARIAMOS MUCHAS CALORIAS…
UN ABRASO Y BESOS