Este fin de semana se llevó a cabo, en Campus Puebla del Tecnológico de Monterrey (TEC), el Congreso Universitario de Negocios Internacionales, donde académicos desmenuzaron la poco esperanzadora realidad nacional y hasta hubo quien balconeó su avaricia.
Dentro de lo que vale la pena, resalta la participación del analista político del Colegio de México, Lorenzo Meyer Cosío, quien ante el asesinato de alcalde de La Paz, descartó que la delincuencia organizada busque boicotear y enrarecer el proceso electoral de 2011 ya que “no les conviene meterse en conflictos políticos más agudos”.
Indicó que, nadie puede negar que el dinero del narcotráfico, junto con el mercado de obras de arte, son el negocio más rentable del planeta, por lo que tienen gran capacidad de penetrar en las organizaciones políticas y gubernamentales del país; sin embargo descartó que los grupos delictivos busquen un papel relevante en las elecciones, mediante magnicidios o el financiamiento directo a las candidaturas más importantes.
“No van a intentar tener un papel relevante, al menos públicamente, esto del edil de Michoacán, así como el asesinato del que iba a ser gobernador de Chihuahua, son circunstancias críticas excepcionales; al narcotráfico en general, le convendría tener un bajo perfil, no puedo ver como una política deliberada de estar todo el tiempo de retar a lo que queda del Estado mexicano”.
Durante su conferencia La violencia en México, el analista destacó que, por el bajo crecimiento económico, la distribución de la riqueza en pocas manos, la falta de políticas para generar movilidad social y el bajo desempeño educativo, México es el caldo de cultivo ideal para la proliferación de los grupos delictivos por lo que sentenció que revertir el efecto de la violencia, de atacar el problema de raíz, desde la perspectiva económica y no de la de seguridad, será un proceso a largo plazo.
En ese contexto y ante el proceso electoral de 2011, hizo un breve análisis de las posturas de los partidos ante el problema de seguridad que vive el país, e indicó que, en el caso del Partido Acción Nacional, su aspirante con mayores posibilidades a lograr la candidatura a la presidencia, Josefina Vázquez Mota, ya ha anunciado que va a continuar con la política implementada por Felipe Calderón de seguir la guerra contra la delincuencia organizada y buscará fortalecer las instituciones nacionales para ello.
En el caso del Partido Revolucionario Institucional, a pesar de que no ha dado una postura y “nada de a muertito” para apostar al desgaste de sus competidores, el politólogo aseguró que regresará a la antigua táctica de pactar con los grupos delictivos, medida que solo funcionó cuando México era un Estado autoritario y el gobierno “tenía el sartén por el mango”.
En el caso de las izquierdas, destacó que buscan atacar el problema con medidas de desarrollo económico y social, las cuales tardarán muchos años en revertir la descomposición de la que se ha aprovechado la delincuencia organizada para engrosar sus filas.
Finalmente, se pronunció por la despenalización del consumo de drogas, “la menos mala” de las posibilidades ya que ello bajaría la rentabilidad del narcotráfico.
Transparencia a la poblana
Ya en entrado en temas de casa, Meyer Cosío, sentenció que la administración de Rafael Moreno Valle, no ha dado signos de marcar la diferencia al aclarar los presuntos malos manejos de recursos públicos de administraciones estatales pasadas como la del el ex gobernador, Mario Marín Torres.
Reconoció que el gobernador actual de Puebla no lleva mucho tiempo en el cargo, sin embargo, las medidas hasta hoy implementadas, a pesar de arribar al poder mediante una coalición opositora, no muestran una verdadera voluntad por esclarecer los desvíos de recursos públicos del pasado y sentenció que, a pesar de las alternancias en el poder, la rendición de cuentas sigue siendo uno de los grandes problemas políticos de la nación.
“Políticamente hubiera sido muy bueno, haberse enfrentado a Mario Marín y a los que significó su administración anterior y haberle pedido, realmente, cuentas, responsabilidad sobre el sexenio pasado; aquí, en Oaxaca y en cualquier parte del país, el problema de la no rendición de cuentas sigue siendo uno de los grandes problemas políticos mexicanos y Puebla es un campo estupendo para pedir cuentas, pero no he visto muchos avances”.
Finalmente reprobó la iniciativa de descorporalizar en Puebla la pena a las mujeres que se realicen un aborto para que sean tratadas de manera psicológica y psiquiátrica, por lo que recetó, “a quien deberían mandar al psiquiatra, es a quienes propusieron la medida”, en este caso al Ejecutivo estatal.
La mala nota del CUNI
Lo negativo del CUNI lo aportó la actitud de la periodista Denisse Dresser quien dejó mal sabor de boca para la prensa local y para el personal Tecnológico de Monterrey ya que, durante su participación, donde la periodista mostró que su crítica al neoliberalismo y la avaricia empresarial, solo es de dientes para afuera ya que, a pesar de cobrar 120 mil pesos por conferencia, la cual es un refrito de la que dio en 2009, cobra cuota extra para aceptar entrevista con la prensa local.
Además prohibió la introducción de grabadoras de audio y cámaras fotográficas a su ponencia, lo que propició el descontento de los reporteros de la fuente educativa quienes toda la tarde del pasado sábado 5 de noviembre en esa casa de estudios cubriendo el CUNI 2011.
Durante su ponencia destacó que México es un país privilegiado, sin embargo padece lo que algunos llaman “Estados dentro del Estado”, o lo que otros denominan “una economía sin un gobierno capaz de regular de manera eficaz”.
Dijo, el crecimiento económico está ligado a la competencia, la innovación y por ende al dinamismo y la creación de empleos, se desprenden de la competencia y que el gobierno federal cree que para lograr estos objetivos –promover el crecimiento, inversión y generar el empleo-, basta con tenderle la mano al sector privado, para que invierta bajo cualquier condición.
En tanto que la IP piensa que la panacea es que se le permita participar en el sector petrolero,
Resaltó que lo anterior sólo es una solución parcial a un problema, pues el meollo detrás de la mediocridad de México se encuentra en su estructura económica y en las reglas del juego que la apuntalan.
Foto: Abel Cuapa
Arturo Cravioto