Frecuentemente escuchamos en las declaraciones de políticos enredados en contradicciones, presionados por exigencias ciudadanas o cuestionados por decisiones poco claras, la expresión ´no politicemos este asunto´; me queda claro que casi siempre quieren decir que no se partidice (verbo inexistente en el diccionario de la RAE, por cierto) el tema o que creen que política es lo referente a lo electoral. Y no, política es aquello que atañe a la ´polis´, a la gente. Así, la seguridad pública es un tema político, la economía es otro tema político, la justicia también lo es, por ejemplo.
Lo que sucede es que esta generación de políticos mexicanos es mediocre, no tiene visión de estado, es depredadora y voraz. Su horizonte es la próxima elección y su proyecto es acumular riqueza y poder. No entiende la política como compromiso social; de hecho, no entiende la política y punto.
Los ciudadanos, que conformamos la polis, somos responsables en buena parte de esta situación. En lugar de repudiar y despreciar a esta clase política la envidiamos, no queremos que las cosas cambien sino que nos toque estar en su lugar alguna vez. Buena parte de esta deformación del pensamiento popular se debe al lavado de cerebro cotidiano que nos aplican los medios masivos de comunicación.
Pero bueno, hoy estoy muy negativo, desde luego que hay políticos honrados e inteligentes y ciudadanos responsables y atentos a los asuntos de interés general.
Lo que pasa es que yo, seguramente por mala suerte, de estos conozco muy poquitos.
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