La Historia empieza con la escritura. Suena como sentencia inapelable que acabo de descubrir pero es una obviedad sabida desde siempre. Al periodo anterior le llamamos prehistoria.
Cuando los seres humanos descubren la posibilidad de comunicarse mediante códigos escritos que son entendidos por muchos y pueden ser enseñados y aprendidos, el desarrollo se acelera; ya podemos aprovechar la experiencia ajena.
Con el tiempo se van diseñando formas de escritura cada vez más sofisticada, con gramática y ortografía, con sintaxis y prosodia, en realidad formas arbitrarias pero útiles de facilitar el aprendizaje.
Podría pensarse que la comunicación ya no puede cambiar mucho, que si acaso cambiarán los instrumentos; del lápiz a la maquina de escribir, del teclado al ´touch´.
Pues resulta que no, que no solo las herramientas han cambiado sino también los códigos de búsqueda. Ya no llega uno a la biblioteca con el interés de saber todo lo posible de Napoleón, por decir algo, y se dirige a la sección correspondiente -historia, biografías, emperadores, por ejemplo- sino que anota en su buscador favorito en la WEB, Napoleón y salen innumerables referencias del famoso francés.
Se podría pensar que, contrario a lo que digo, básicamente es el mismo procedimiento con diferencia de herramienta pero creo que no y le explico porqué:
Antes un estudioso de Napoleón solo tenía que buscar una manera de editar su trabajo y un buen agente literario para distribuir su libro y listo. Hoy tiene que buscar que su obra aparezca en las referencias de la WEB y para eso debe ser hábil para encontrar la fórmula que logre que cualquiera que busque Napoleón en la red se encuentre con lo que escribió. O sea, debe saber buscar las etiquetas o tags adecuados.
No es tan difícil; cuando yo le entienda se lo explico.