No precisamente son tiempos de ánimo para ir al cine, además de que también uno piensa –en cuanto a seguridad– cómo puedan estar las salas cinematográficas tras el sismo de hace unos días. De todas formas, enlisto aquí (sin comentarios mayores) cuáles son los estrenos recientes de más interés. Desde luego, el drama de misterio ¡Madre!, de Darren Aronofsky, con un reparto bastante llamativo: Jennifer Lawrence, Javier Bardem, Michelle Pfeiffer y Ed Harris. También, Attraction, de Fedor Bondarchuk, film ruso de ciencia-ficción fabricado a-la-Hollywood, con un argumento que en cierta forma remite a E.T. el extraterrestre. Por igual nos llegó Borg vs McEnroe, cinta sueca centrada en la rivalidad deportiva entre ambos tenistas –de temperamentos tan distintos– durante la década de los 80s. Y finalmente, Asesino: misión venganza (American assassin), de Michael Cuesta, thriller de acción “contra-terrorista” en el que el nombre más llamativo es el de Michael Keaton (o el de Taylor Kitsch, si eres millennial). Por lo demás, no mucho. El cine mexicano está, pero poco compite con comedias (?) de poco alcance como Me gusta pero me asusta, de Beto Gómez, y Cómo matar a un esposo muerto, de Conrado Martínez y Joel Núñez; ni para adonde hacerse. Pero la venganza será dulce cuando llegue La forma del agua, de Guillermo del Toro, aunque se trate de una película gringa.
Y cambio de tema: la semana pasada estuve en La Paz, Bolivia, presente en la asamblea bienal de la Federación de Escuelas de la Imagen y el Sonido de América Latina (FEISAL). Descubrí ahí un lugar insólito: una tienda que te vende películas literalmente de los cinco continentes; muchas de ellas, por lo regular inconseguibles. El acervo que maneja es inmenso (¿30 mil? ¿40 mil films? ¿más que eso?), resultando deleitosas sus respuestas a cada una de tus preguntas: ¿Tienen algo de Francesco Rosi? “Sí; casi todo”; ¿manejan cine africano? “¡Claro!”; ¿tienes Timbuktú, la película mauritana? “Sí; está en la parte baja del anaquel 4”; ¿Recomiendas algo de cine tailandés? “El tío Boonmee, que recuerda sus vidas pasadas, de Apichatpong Weerasethakul”; ¿alguna película temprana de Kenneth Loach? “Sí, como no; Pobre vaca o Kes o Vida en Familia”. Créanme; no exagero. La tienda en cuestión, que no abre los domingos, se llama El Mosquito Lector, ubicada en Av. 20 de octubre #2019, en la mencionada ciudad boliviana. La atiende un joven que sabe (con bastante exactitud) dónde está cada DVD, por sección, anaquel y fila. Y la cereza del pastel: los precios son realmente bajos (no acepta dólares; hay que pagar en bolivianos, ¡como debe ser!).
Aprovechando, yo compré siete películas. Las inglesas Pobre vaca, Kes y La canción de Karla, las tres dirigidas por Ken Loach; la brasileña Estación Central, de Walter Salles, con la célebre, conmovedora, actuación de Fernanda Montenegro; la estadounidense Paterson, de Jim Jarmusch, una pequeña gema; la iraní El cliente, de Asghar Farhadi, reciente ganadora del Oscar como película en lengua extranjera; y (para regalarla), la hispano-argentina Truman, de Cesc Gay, ganadora absoluta en 2016 de los principales premios Goya. Entre todas suman 91 premios y otras 107 nominaciones; nada mal para una inversión de apenas 56 bolivianos. No tengo idea de si alguna vez voy a regresar a La Paz; pero si lo hago, seguro voy a darme una vuelta por El Mosquito Lector, faltaba más. Será la ocasión de adquirir, no tengo duda, El hombre que sería Rey, de John Huston; además, sin pensarlo mucho, La pena y la compasión, de Marcel Ophuls; Los hijos del paraíso, de Marcel Carné, y (gozosamente) Nos amábamos tanto, de Ettore Scola. Ahora que, si la plata no se agota, también Paisaje en la niebla, de Theo Angelopoulos; Sur, de Fernando Solanas; Tango, de Carlos Saura, e incluso La película del Rey, de Carlos Sorín. Y si aún resta plata, pues…
