En verdad de celebrarse es la llegada a Puebla, una vez más, de la Muestra Internacional de Cine, esta vez en su 64ª edición, teniendo como sede el CCU-BUAP. Al aparecer estas líneas ya habrán exhibido cuatro de los trece films que conforman la programación. Ellos son: De la infancia (Dir. Carlos Carrera; México, 2010), La maldición de Thelma (Thelma; Dir. Joachim Trier; Noruega-Dinamarca, 2017), Rostros y lugares (Visages villages; Dirs. Agnes Varda & JR; Francia, 2017) y La maestra (Ucitelka; Dir. Jan Hrebejk; Eslovaquia-República Checa, 2016). Llama la atención el caso de De la infancia, producida ocho años atrás, que todo este tiempo no encontró corrida comercial por problemas entre jurídicos y fiscales. Aparentemente volverá a exhibir el sábado 30 del mes que corre.
Las otras nueve cintas del paquete son: Stalker: la zona (Stalker; Dir. Andrei Tarkovsky; URSS, 1979), Porto (Porto; Dir. Gabe Klinger; Portugal-Francia, 2016), El ciudadano ilustre (Dirs. Gastón Duprat & Mariano Cohn; Argentina-España, 2016), Amante por un día (L’amant d’un jour; Dir. Philippe Garrel; Francia, 2017), Lucky (Lucky; Dir. John Carroll Lynch; EEUU, 2017), Joaquín (Joaquim; Dir. Marcelo Gomes; Brasil-Portugal, 2017), Ensiriados (In Syria; Dir. Philippe Van Leeuw; Bélgica-Francia-Líbano, 2017), Corazón silencioso (Stille hjerte; Dir. Bille August; Dinamarca, 2014) y El tercer asesinato (Sandome no satsujin; Dir. Hirokazu Koreeda; Japón, 2017). En cuanto a los directores, sobra decir que los nombres más conocidos en estos trece films son los de Agnes Varda (La felicidad, Sin techo ni ley; la querida “abuela” de la Nueva Ola Francesa), Andrei Tarkovsky (Nostalgia, El sacrificio), Bille August (Pelle el conquistador, Las mejores intenciones) y Hirokazu Koreeda (ganador del más reciente Festival de Cannes con Shoplifters).
No hace mucho, aquí mismo hablé de dos de estas películas. A Rostros y lugares la describí como Un documental hermosísimo, entrañable, juguetón y divertido, en el que ambos directores recorren Francia para encontrar justo eso: “rostros y lugares”. Es decir, gente en medio de sus comunidades y recuerdos, para retratarlos y adornar con esas fotografías (¡en tamaño monumental!) sus casas, sus fachadas, sus espacios, su hábitat, como una manera de “rescatar” a esas personas, de alegrarlas y de que florezcan de nuevo. Un film que en el camino incorpora muchas lecciones. Y de El tercer asesinato mencioné lo siguiente: Drama legal cuyo punto de partida es el juicio de un obrero fabril por el asesinato de su jefe. Pero lo nuclear surge de que el acusado –asesino confeso desde el inicio– decide modificar su versión, empañando los hechos. Conforme su abogado intenta desentrañar el misterio, la película vira: deja de ver a la pena de muerte como un mero veredicto posible, para tornarse un sutil alegato que la cuestiona. En fin, bienvenida la 64 Muestra Internacional de Cine, que siempre da acceso a películas no sólo notables, sino también diferentes y (por lo regular) estimulantes.
Volviendo a la cartelera comercial, una gran opción es Las estrellas de cine nunca mueren (Film stars don’t die in Liverpool), de Paul McGuigan, basada en hechos reales inscritos en los últimos dos años de vida (1979-1981) de la actriz hollywoodense Gloria Grahame –ganadora del Oscar por Cautivos del mal (1952)– y su turbulento romance con Peter Turner, joven e incipiente actor inglés treinta años menor que ella. Los protagonistas son Annette Bening y Jamie Bell, ambos estupendos en sus roles, construyendo la química perfecta para este affaire de tintes trágicos. La película se cuenta en dos tiempos –cuando ambos se conocen y cuando se reencuentran– a lo largo de tres etapas cruciales: la que los une, la que los distancia, y por fin, la que los vincula para siempre. Para no perdérsela.