El movimiento en general es necesario para la vida. Nuestro cuerpo fue diseñado para esta actividad, incluso en el nivel emocional y mental el movimiento también juega un papel muy importante en nuestra vida. La pasividad puede ser un factor de riesgo en nuestra salud mental, la emociones e ideas deben estar en constante cambio si no queremos llegar a padecer cuadros depresivos o transtornos físicos. El no querer estar en movimiento es una señal que debemos atender inmediatamente. No precisamente el movimiento se traduce en ejercicio, sino con pequeños cambios en postura, costumbres e ideas.
Cariño y paciencia son los elementos con los que podemos empezar a genera este hábito en nuestras vidas: movernos.