Se acerca la ceremonia del Oscar y hay que avanzar en el visionado de las películas nominadas. Recién pude ver La favorita (The favourite), de Yorghos Lantimos, nominada a 10 estatuillas; El Vicepresidente (Vice), de Adam McKay, nominada a 8, y El infiltrado del KKKlan (Blackkklansman), de Spike Lee, que aspira a 6. Claro, las tres tienen lo suyo, de manera diversa. Hoy voy a referirme a las dos primeras. La favorita está centrada en la monarquía inglesa de albores del siglo XVIII, durante el reinado de Anna Estuardo (interpretada por Olivia Colman). Debido a su salud tan frágil, quien en realidad lleva los hilos del gobierno es Lady Sarah Marlborough (Rachel Weisz), su amante, cuya influencia sobre Anna es casi total. Inesperadamente, irrumpe entre ellas Abigaíl (Emma Stone), prima de Sarah, quien busca trabajo tras la bancarrota familiar y su adiós a una estirpe de nobleza. Abigaíl gradualmente gana terreno en el gusto de la monarca, lo que abiertamente la enfrenta a Sarah, no dispuesta a perder ni su posición ni sus privilegios. Así, mientras la guerra con Francia estremece al Reino de Inglaterra, la otra guerra en palacio –esa interna entre las dos chaperonas de Su Majestad– impacta a la propia Reina, cuya inestabilidad emocional va en aumento, atraída como se siente por ambas mujeres.

La favorita es una película grandiosa como espectáculo (su diseño de producción, sus locaciones, sus recreaciones, sus planos en gran angular), pero también en cuanto a las intrigas entre sus personajes –igual cuando dominan que cuando son dominados—actuados a gran nivel por Colman, Weisz y Stone. A pesar de ser una cinta de época, no hay en ella ni almidón ni rigidez; por el contrario, es desfachatada, incluso atrevida, lo cual en cierta forma sorprende pero también agradeces. Además, es muy entretenida, con las tres damas catalizadas por sus realidades particulares: Anna, enferma y dependiente de Sarah; Sarah, amenazada por el ascenso de su prima, pobre pero no tonta; y Abigaíl, aferrada a su retorno a la nobleza, al cobijo de las enaguas de la insegura Reina. Todo apasionante y disfrutable, muy terrenal también, en el marco del lujo monárquico, suntuoso pero incapaz de ocultar las intensas desazones del alma humana (en especial del alma femenina), multiplicadas por tres en este caso. Así, La favorita, igual malvadilla e irresistible, resulta muy disfrutable.

En cuanto a El Vicepresidente, está centrada en la figura de Dick Cheney, vicepresidente de los EEUU de 2001 a 2009, durante los dos periodos de mandato de George W. Bush. Muestra a Cheney –no puede decirse que con intención elogiosa, sino al contrario– como uno de los políticos más poderosos e influyentes de la historia moderna, con directa intervención y decisión sobre hechos tan definitorios como el ataque a las Torres Gemelas, la intervención en Irak y el derrocamiento de Saddam Hussein, entre muchos otros. Quien lo encarna es Christian Bale, con un desempeño asombroso, transfigurado en el tipo que pasó del revoltoso alcohólico de su juventud, a una de las figuras políticas del orbe, incluso por encima de Bush, el mandatario al que en teoría meramente debía “acompañar”. El Vicepresidente es más un film sobre el poder que sobre la política, aún en el entendido de que son normalmente inseparables. Pero es sobre todo un retrato de personaje: el del Dick Cheney inescrutable, helado, estratégico –por ende, muy peligroso– que sólo antepuso el sentimiento a la política cuando enfrentó alguna crisis de familia. Por lo demás, el director McKay perfila a un Cheney cuyas decisiones (pensadas desde la aparente calma que presagia tempestad) fueron siempre rotundas, desapasionadas, configurando a un político genuinamente interesante –atemorizante– que reconfiguró no pocos escenarios de la historia mundial. Finalmente, aplausos a Amy Adams en el rol de Lynne, esposa de Cheney, a quien la película ofrece como el factor que puso al tipo en su lugar, décadas antes, cuando estuvo al borde del extravío. El “alma” del Vice, si se quiere.                                                                                                                            

Alfredo Naime

Comentarios, recomendaciones y consejos para apreciar el séptimo arte, vertidos por el más reconocido crítico de cine en Puebla y zonas aledañas. Disfruta su videoblog.

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