1) Exhibe en Puebla Alcanzando tu sueño (Teen spirit), construida en torno a la ilusión de una adolescente (Elle Fanning) de cantar profesionalmente. Es la ópera prima de Max Minghella, hijo del recordado Anthony Minghella, realizador –entre otros films– de El paciente inglés (1996), El talentoso Mr. Ripley (1999) y Regreso a Cold Mountain (2003). Además de su desempeño actoral, Fanning demuestra cantar muy bien. Alcanzando tu sueño no es superlativa, pero tampoco descartable. Habrá que seguir los próximos trabajos del joven Minghella. 2) También exhibe entre nosotros La camarista, la sutil ópera prima de Lila Avilés, sobre otra mujer joven intentando salir adelante; en este caso Eve (Gabriela Cartol), recamarera de un hotel de lujo de la ciudad de México. Son muchos sus méritos. La camarista obtuvo el Ariel a ópera prima, así como diversos reconocimientos en los festivales internacionales de La Habana, Marruecos, Morelia, Palm Springs, Portland y San Francisco, entre otros. 3) ¿Aplaudir, desconfiar o de plano lamentarlo? Para 2020 habrá remake de Amor sin barreras (West Side Story), el inolvidable y bienamado musical de los 60s que nos entregó Romeo y Julieta no entre Capuletos y Montescos, sino entre pandillas urbanas de etnias rivales. El director es Steven Spielberg –lo cual tranquiliza bastante– siendo para Ansel Elgort y Rachel Zegler los respectivos papeles de Tony y María, tan icónicos. Por cierto: del cast original, Rita Moreno, ganadora del Oscar por su rol de Anita en la película, tiene un cameo en esta nueva versión.
4) Para mediados de noviembre se espera el estreno en EEUU de Doctor Sueño (Doctor Sleep), de Mike Flanagan, secuela del clásico El resplandor de Stanley Kubrick. En ella, Danny Torrance (Ewan McGregor) ya es adulto; y cuando conoce a Abra, una niña con poderes sensoriales como los suyos, entiende que debe protegerla. Como antes, todo procede de una novela de Stephen King. ¿Y hay una Wendy Torrance en Doctor Sueño? Sí, encarnada esta vez por la nacida en Saudi-Arabia Alex Essoe. 5) La televisión pasó recién La hija del General (1999), de Simon West, lo que sirvió de puntual recordatorio de lo hermosa que siempre fue –y es– Madeleine Stowe. Si bien es cierto que no le ha faltado trabajo en TV, llama mucho la atención que su última película, el thriller de horror Octane, data de 2003. La razón, no la sé. Una lástima, porque desde entonces los cinéfilos nos hemos quedado sin la espectacular presencia y enorme talento de Stowe. Como botón de muestra, revisiten (entre otras) El último Mohicano, de Michael Mann, en la que Madeleine alterna –no poca cosa– con Daniel Day-Lewis. Madeleine Stowe, que nadie la olvide (y el cine, menos que nadie). 6) Rambo, la primera película de la longeva saga con Sylvester Stallone, en realidad se llamó First blood. Por eso no llama la atención que, 37 años después, su anunciado “capítulo final” se llame Rambo: last blood, en el que aparecen un par de conocidos de nuestro cine: Joaquín Cosío (ya saben, el Cochiloco) y Oscar Jaenada, intérprete de Cantinflas en la película homónima de Sebastián del Amo. Ya veremos si el Cochi y Jaenada están del lado de John Rambo o no.
7) Tres de los films mexicanos más destacados en tiempos recientes son Los adioses –en torno a la vida de Rosario Castellanos– Las niñas bien –a propósito de un perfil de personajes trabajado por la escritora Guadalupe Loaeza– y La camarista, mencionado al inicio de esta columna. Destaco que los tres están dirigidos por mujeres; respectivamente, Natalia Beristáin, Alejandra Márquez Abella y Lila Avilés. Más aún: la fotografía de las dos primeras cintas corresponde a Daniela Ludlow. Concluyo pues que el cine de estas (y de otras) cineastas nacionales se ha ubicado, por derecho propio, en un nivel muy alto, que enorgullece a todos quienes de una u otra forma estamos vinculados a los escenarios del cine mexicano. Larga vida al incuestionable talento femenino en nuestro cine.