Hay veces en que, si partes de los títulos al español, la cartelera cinematográfica se antoja poco. ¿Profesión peligro? ¿Amor, mentiras y sangre? ¿Arthur: una amistad sin límites? ¿Desafiantes? Nah, piensa más de uno. Pero es justo entonces cuando debe darse otra lectura a la oferta vigente: ¿Quién actúa? ¿Quién dirige? ¿Sobre qué trata? ¿Ficción o sugerida por hechos reales? ¿Palomitera o de búsquedas mayores? Desde esas preguntas, el panorama puede resultar diferente. Por ejemplo, Profesión peligro (The fall guy) tiene en el reparto a dos intérpretes consentidos: Ryan Gosling (Diario de una pasión, Drive, La la land) y Emily Blunt (En el bosque, Un lugar en silencio, Mary Poppins regresa). En cuanto a Amor, mentiras y sangre (Love lies bleeding), la presencia de Kristen Stewart la hace bastante atractiva, en especial por su rebelde, áspero, personaje: el de una replegada empleada lesbiana, atrapada en un entorno de sordidez, cuyas (re)acciones incluyen escenas de cama en verdad fuertes. Un rol muy alejado de la Bella Swan de la saga Crepúsculo. Por su parte, Arthur: una amistad sin límites (Arthur the King) tiene como estelar a Mark Wahlberg, pero más que eso, se nutre de una historia real conmovedora: la de un perro sin casa ni dueños —Arthur— que de la nada se une a un equipo de corredores de resistencia y les acompaña en una dura travesía de cientos de kilómetros, a lo largo de la República Dominicana. Muy inspiradora. Finalmente, Desafiantes (Challengers) despierta interés de inicio porque la dirige Luca Guadagnino, en especial recordado por Llámame por tu nombre, que en 2018 estuvo nominada al Oscar como mejor película. Además, tiene en su reparto a una de las actrices jóvenes de moda: la también cantante Zendaya, cuyo “desafiante” salario acá fue de 10 millones de dólares. ¿En qué hemos visto antes a Zendaya? Particularmente, en tres films de Spider-Man (como MJ), en El gran showman y en Duna y Duna: parte 2 (como Chani). Así pues, la cartelera en salas –sin ser del otro mundo, está claro– no está “tan peor” a fin de cuentas.
Ahora bien, dado que arriba mencioné a Llámame por tu nombre en relación a Luca Guadagnino, recupero aquí –de forma breve– lo que en tiempos de su estreno escribí sobre la película. Me cito, pues: “Ya mucho se ha dicho de esta cinta, nominada al Oscar en cuatro categorías: película, actor estelar, guion adaptado y canción original, a lo que debemos sumar 61 premios y otras 194 nominaciones por todas partes del mundo. Ubicada en 1983 en el norte de Italia, entra en juego un adolescente, Elio (Timothée Chalamet), quien en las vacaciones se hace amigo –mucho– de Oliver (Armie Hammer), el joven investigador norteamericano que por algunas semanas les visita en la villa veraniega de la familia. Llámame por tu nombre es un melodrama sobre eso a lo que llaman ‘primer amor’ y sus caprichosas formas de presentarse, todo matizado por un entorno de ‘casi el paraíso’ en el que el arte, la música –la cultura en general– ofrecen un marco sensible y de texturas a los eventos, dando al film su sentimiento particular. Está por verse si en México será tan celebrado como en el resto del mundo”.
Y ya para concluir columna, un atisbo a lo más interesante de eso que estrena. Se trata de El hombre de los sueños (Dream scenario), del noruego Kristoffer Borgli (su debut en Hollywood), con Nicolas Cage como protagonista. Llega con amplia expectativa, en especial por su seductor punto de partida: de la noche a la mañana y sin motivo aparente, un hombre de familia común y corriente –de cero notoriedad– comienza a aparecer en los sueños de gente que no conoce. Y eso sí que lo vuelve famoso, no necesariamente de las mejores formas. Una comedia desde luego, pero más bien obscura, por razones que de momento no hay que revelar. Su ocurrente “tagline” es de doble lectura: Conoce al hombre de tus sueños. “Imperdible”, me dijo un colega al que le creo. Ya lo confirmaremos