Un previo a Intensamente 2 y Maxxxine

Alfredo Naime

Ahora mismo, son dos las películas –secuelas ambas– que exhiben (en salas) en medio de alta expectativa: Intensa mente 2 y Maxxxine. Me preguntan si antes de verlas hay que ver sus antecesoras, o no necesariamente. En vez de respuesta concreta, aporto aquí, en ayuda del visionado de ambas, una ubicación de Intensa mente 2 y de Pearl, sus cintas de “origen”.

Intensa mente 2 (Inside out) versa sobre esas “vocecitas en tu cabeza” que son las de Alegría, Tristeza, Temor, Desagrado e Ira, personajes en la cinta al servicio del estado de ánimo de Riley, una pequeña de Minnesota. Todo bien hasta que Riley y sus padres deben mudarse a San Francisco por el nuevo trabajo del padre. Ese cambio tan brusco genera en Riley una crisis al principio ligera, que después se sale de control, lastimando su bienestar. Lideradas por el optimismo perenne de Alegría, las cinco emociones deberán trabajar más y mejor que nunca (a pesar de los obstáculos y de sus diferencias) en favor de la estabilidad de Riley y de su relación familiar. Tal es el argumento, pero lo notable de Intensa mente 2 es cómo lo cuenta, con imaginación y fundamento en dosis iguales. Su concepto, sus alegorías, la creativa didáctica implícita; todo se siente perfecto en favor de esta suerte de “mapa” de funcionamiento del cerebro, entregado como una colorida aventura, deleitosa lo mismo para chicos que para grandes, sin que lo más “científico” de la propuesta estorbe el disfrute de los peques de la familia. Fue una de las mejores películas del 2015.

Por su parte, Pearl se ubica en Texas en 1918, tiempos de la 1ª Guerra Mundial. La joven Pearl (Mia Goth) vive en la apartada granja rural de sus padres, puesto que su marido está combatiendo, sin fecha clara de retorno. Sólo dedicada a cuidar a su padre y a ayudar a su madre en las diarias faenas de la granja, Pearl se asfixia; en especial porque su sueño, obsesivo, es convertirse en una estrella de cine famosa. La resentida mamá desaprueba esto, llamándola “fracasada y malévola”. Tal vez por ello Pearl va teniendo reacciones extrañas, desequilibradas; sobre todo, con algunos animales de la granja. Justo entonces, en el pueblo se convoca a una audición a fin de reclutar bailarinas para un tour por el país. Pearl la ve como la oportunidad para escapar de su cada vez más sofocante realidad e irse a alcanzar sus sueños. ¿O acaso el mundo está en su contra por “fracasada y malévola”? Pearl querrá demostrar que ni lo uno ni lo otro, y menos que sus pensamientos son enfermos…

Pearl es precuela de X (ubicada en 1979) y origen de lo que Ti West culmina en Maxxxine (ubicada en 1985), para una trilogía de horror que bien puede alcanzar status de culto. Una película lograda, a partir de la inquietante actuación de Goth en el rol, cuyo retrato situacional ya se ha contado antes (la mujer insatisfecha que busca trascenderse en pos de una vida de plenitud), pero sin los filos de una psicología alterada por frustraciones y encrucijadas emocionales que lo enturbian y confunden todo. Ser amada es lo único que quise siempre, afirma Pearl, cuando ya la fatalidad está en ella. Qué curioso: es entonces cuando asume con mayor convicción que puede arreglarlo todo, para hallar la felicidad que no ha tenido. Un contradictorio sino trágico que el espectador admite, a pesar de que la cinta olvidó construir al personaje desde bases que pudiesen explicar –no sólo sugerir– los porqués de los desequilibrios y confusión en los juicios de Pearl, con las espeluznantes acciones consecuentes (si para eso bastasen las tensiones e impasses de una familia disfuncional, ya todos nos habríamos comido los unos a los otros). No obstante, Pearl funciona según los cánones del género, incluso encontrando cierta sutileza poco común. Hay desde luego violencia –hacia todos los puntos cardinales– pero también una suerte de compasión por el personaje, finalmente revelado en el último plano de la cinta, en una dificultosa sonrisa que (durante intensos dos minutos) consecutivamente traduce en alegría, duda, dolor, ansiedad, desencanto, soledad, si todo eso es posible. (Están ustedes servidos).