Ya muchos han visto y están viendo Pedro Páramo, debut como director del cinefotógrafo Rodrigo Prieto, a partir de un guion del grancanario Mateo Gil, que adapta –claro– la novela de Juan Rulfo a los cánones, sin duda diferentes, del arte cinematográfico. La exhibe la plataforma Netflix, coproductora y principal titular de los derechos de distribución. No se trata del primer esfuerzo por llevar esta enorme obra maestra a la pantalla grande; están al menos las versiones de 1967 y 1977, dirigidas por Carlos Velo y José Bolaños respectivamente, acaso más relevantes por el prestigio de la novela, muy difícil de adaptar, que por el resultado en imágenes. Eso sí, convocados y motivados por el de Juan Rulfo, grandes nombres formaron parte de esos proyectos, tal y como ahora sucede en la versión de Rodrigo Prieto. Hagamos un breve recorrido, para constatarlo…
En lo relativo a la película sesentera de Carlos Velo –filmada en blanco y negro, en locaciones de Hidalgo y Guanajuato principalmente– comienzo por mencionar a Carlos Fuentes como uno de los guionistas, y a Gabriel Figueroa como el cinefotógrafo. Ni más ni menos. Además, forman parte del reparto reconocidas figuras de la actuación en México; principalmente: Ignacio López Tarso (como Fulgor Sedano), Pilar Pellicer (Susana San Juan) y Julissa (Ana Rentería). Carlos Fernández fue Juan Preciado y, extrañamente, a Pedro Páramo lo encarnó el norteamericano John Gavin, a quien no sólo conocimos como actor, sino también como embajador de EEUU en México. En cuanto a la Pedro Páramo de Bolaños, ¿qué creen? La música es de Ennio Morricone. Esta vez en colores –y marco del debut de la gran Elpidia Carrillo– contó también con un gran reparto, con nombres como el de Manuel Ojeda (Pedro Páramo), Blanca Guerra (Dolores Preciado), Patricia Reyes Espíndola (Eduviges Dyada), Roberto Cobo (Inocencio Osorio), Ana Ofelia Murguía (Damiana Cisneros) y Julio Bracho (Bartolomé San Juan). A Susana San Juan la hizo Venetia Vianello; a Juan Preciado, Abelardo San Miguel. De 3 horas de duración, ha sido la versión más larga a la fecha, con rodaje en locaciones de Baja California Sur.
La nueva Pedro Páramo, que espero comentar a fondo la semana siguiente, es fruto de muchos anhelos y años de trabajo de su guionista Mateo Gil, complementados por los matices y mirada de Rodrigo Prieto, también fotógrafo –con Nicolás Aguilar– de la cinta. Como adelanto, baste decir que se percibe como eso que en inglés llaman a labour of love; es decir un trabajo atesorado al que se vuelca de amor, que frecuentemente es además un proyecto de vida. En el film, un torvo Manuel García-Rulfo interpreta a Pedro Páramo, sólo y siempre enamorado de la Susana San Juan que entrega la bella Ilse Salas. Con ellos pueblan y dan vida al universo de Comala y La Media Luna talentos como Dolores Heredia (Eduviges Dyada), Tenoch Huerta (Juan Preciado), Héctor Kotsifakis (Fulgor Sedano), Mayra Batalla (Damiana Cisneros), Roberto Sosa (Padre Rentería), Ishbel Bautista (Dolores Preciado) y Giovanna Zacarías (Dorotea), entre otros. Filmada en color en escenarios de San Luis Potosí, la atmósfera de su realismo mágico permea impecable. Pero reitero: profundizaremos al respecto en la columna siguiente.
Para terminar, aquí van otras tres atesoradas canciones escritas para cine, a fin de sumarlas a las cuatro que propuse en este espacio la semana pasada (I’m easy, Raindrops keep falling on my head, Moon river y Over the rainbow). Por supuesto, New York, New York, de la película homónima de 1977 dirigida por Martin Scorsese; compuesta por John Kander y Fred Ebb, interpretada por Liza Minnelli. Por igual, Stayin’ alive, de Saturday night fever (1977), de John Badham; escrita e interpretada por los Bee Gees. Finalmente, Mrs. Robinson, de El graduado (1967), de Mike Nichols; escrita por Paul Simon e interpretada por Simon & Garfunkel. (Seguiremos creciendo esta lista).