Se sigue discutiendo el conflicto entre MVS y Carmen Arístegui con todo tipo de argumentos, muchos relacionados con la libertad -de empresa y de expresión- y el derecho a la información.
No solo los señores Vargas y doña Carmen tienen problemas, muchos otros andamos con dificultades propias del desempleo y las inherentes a las buenas finanzas de nuestro negocio. Por eso me puse a pensar en una solución a los problemas de MVS, a los del equipo de Aristegui Noticias, a los del gobierno federal. al que acusan de afectar derechos y libertades y también, no lo niego, a los míos personales.
Propongo, como remedio a los problemas de todos los mencionados en el párrafo anterior, lo siguiente:
Solicito que el gobierno federal me otorgue una concesión para operar, en nuestro espectro radioeléctrico, una estación de FM. Me comprometo a contratar a Aristegui para que diga lo que quiera, cuatro horas diarias, dándole el 40% de los ingresos que su espacio genere y firmando un contrato vitalicio (mientras ella viva) en estos términos. En todo el tiempo restante, me comprometo a difundir todo lo que produzca MVS quedándome solo con el 40% de los ingresos generados y firmando un contrato también vitalicio (en este caso mientras viva yo) en estos términos. La política que seguiría mi estación para garantizar el derecho de todos consistiría en permitir que los periodistas preguntaran lo que desearan y el gobierno federal contestara lo que se le diera la gana, comprometiéndose mi empresa -en uso de su libertad de negocio intrínseca- a impedir discusión ninguna y negando a cualquier otro medio u organización -Mexicoleaks incluido- el derecho a intervenir, ni siquiera de manera tangencial, en nuestro asuntos.
Creo que mi propuesta cubre todos ángulos y es justa para todas las partes. Además evita envidias y suspicacias, inevitables si la concesión aquí solicitada se la dieran, por ejemplo, a la misma Carmen.
Yo he sido empresario, tengo más de veinte años de experiencia en los medios y en una época oscura de mi vida trabajé brevemente en el gobierno federal y hasta anduve en la grilla del lado de los pobres, o sea, gastando sin recibir nada a cambio.
En pocas palabras, para operar esta solución, justa para todos, estoy que ni mandado a hacer.
