Hace ya muchos años del estreno de esta saga fílmica que tuvo gran éxito en su momento y se convirtió en un clásico y referente en la ciencia-ficción que juega con la posibilidad de moverse en el tiempo. Este 2015 es precisamente el año que en esas películas representa el lejano futuro donde los automóviles vuelan y la ropa se seca automáticamente; ya vemos que no es así, aunque hay otros avances que no se imaginaban los realizadores y son aún más sorprendentes.
Me acordé de esta ficción cuando leí que en la realidad política actual en el estado de Puebla se juntan aguas de origen diverso –PRD bejaranista y Movimiento Ciudadano– con aceites resbalosos -panismo foxista (si lo hubo) y yunquista tradicionalista- para conformar una especie de frente ´democrático´ que enfrente el poder creciente del gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.
Ese proyecto a ´futuro´ es un salto al pasado, ni más ni menos. Porque una alianza de esas expresiones políticas, precisamente, llevó a Moreno Valle al gobierno estatal y a distinguidos miembros de las organizaciones partidarias que representan, hoy tan indignadas, a ocupar puestos -presidencias municipales, regidurías, diputaciones y demás- que nunca hubieran alcanzado sin el impulso de esta misma. Así que no quieren ver al futuro sino aprovechar una experiencia que mucho les produjo en el pasado.
Para ´volver al futuro´, o sea, para repetir lo logrado en elecciones anteriores, con alianzas que más bien parecen complicidades convenencieras, les falta talento y prestigio, además.