¿Qué será de los directorios telefónicos impresos? Hace años teníamos la opción de buscar teléfonos en la “sección amarilla”, buscábamos parientes, amigos y más en las páginas blancas. Pedíamos que no apareciera en la impresión nuestro número, pues era privado.
El tiempo ha pasado y ahora, el siempre oportuno directorio telefónico sirve de pisapapeles o en el mejor de los casos para equilibrar una repisa. Casi todo lo podemos encontrar en Internet. Difícilmente recurrimos a aquél ejemplar que nos ayudaba a dar un zape de grandes dimensiones a nuestros amigos.
Atrás quedaron los momentos en que lanzabas el directorio para ver qué tan atento estaba el vecino de oficina o el «librote» que servía de mesa para poner el café, o en su caso, la memela.
Su fin está cerca. Hace poco tiempo, una persona llegó a las elegantes y siempre distinguidas oficinas de estamosalaire.com y me dijo: «hace mucho que estoy buscando un directorio en papel y hasta ahorita lo encuentro». Lo tomó y empezó a recorrer sus páginas. Veía cada uno de los anuncios y números.
Después de un rato, le pregunté si había encontrado lo que buscaba. Me respondió que no buscaba nada en especial, sólo le llamó la atención y quiso recordar los momentos en que era casi indispensable tener uno en casa.
Y así es. Lo indispensable, deja de serlo con el tiempo y con los avances tecnológicos. Pero nuestras vidas no serían lo mismo si haber revisado las miles de páginaque aparecen del apellido Pérez. Ahora tiene sentido.
Así, les pido un minuto de silencio por el cada vez menos necesario y popular directorio telefónico impreso y sus generosas dimensiones.
Foto: phossil
Manuel Frausto Urízar
hola
quisiera poder contactar a israel valero
soy (brujita) me conoce secretaria de manolo covarrubias.
saludos