Cada vez que terminaba “Al Aire”, venían las despedidas rápidas. Adiós por aquí, adiós por allá, pero un poco de plática en cada “puerto”. Era entonces cuando aplicaba el tradicional “adiós Anita, adiós”.
No había manera de que saliera a las 5 de la tarde para ir por sus hijos o para cualquier compromiso que tuviera. Entre una y otra cosa, terminaba regalándonos 15 minutos más. Fueron dos años de compartir el día a día. De organizarnos y desorganizarnos para poder empatar actividades.
La tarea no fue sencilla. Finalmente pudimos lograrlo durante mucho tiempo. Pero las circunstancias cambiaron. Lo platicamos y el acuerdo fue el de siempre. En lo que haya que apoyar, pues le entramos.
Hemos sido amigos desde hace muchos años. Nada disfruté más que poder hacer el programa, acompañado de su carisma, belleza, ocurrencias y estilo. Nos divertimos, nos reímos, la verdad es que lo gozamos.
Ahora, no me queda duda, seguirán los éxitos para Anita. Será en otros terrenos, con otras personas, con distintos ladrillos, pero la misma luz que -por cierto- siempre la acompaña. Estaremos juntos cuando la vida lo permita, porque así son los amigos.
Porque la amistad no se mide en horas, se mide en la acumulación de momentos gratos. Ahí, no hay discusión, han sido y serán muchos más.
Manuel Frausto Urízar
«Estaremos juntos cuando la vida lo permita, porque así son los amigos.
Porque la amistad no se mide en horas, se mide en la acumulación de momentos gratos.»
Eso es lo que es la amistad y no pudiste encontrar mejores palabras para describirla!!!!
Mucha suerte a Anita
Besos Manuel!!
Manolito, no te conformaste con las lagrimas que me arrancaste el dia de la despedida?? Ahora hay mas!!
Solo puedo decir una vez màs : GRACIAS!!
Te quiero, para SIEMPRE!
Anita!! Sin lágrimas. Piensa en los grandes momentos y vuelve a
sonreír. Te ves mucho más bonita. Te quiero desde siempre…