Cada año, a partir de su 2ª semana, febrero se convierte en el mes “del amor y la amistad”, en especial para la gente joven. Relacionando eso con el cine, la ocasión me hizo reflexionar, a partir de la invitación que me hizo Introspecta, Centro de Aprendizaje Creativo a diseñar un ciclo “no tan Hollywood” sobre lo romántico, para este mes. Rápido vinieron a mi cabeza casi cien películas, demostración de cuánto el amor es tema central para el 7º arte. A fin de cuentas, decidí que fueran las 4 películas siguientes, de diferentes latitudes, las protagonistas del ciclo en cuestión. Las presento en orden cronológico…
Un hombre y una mujer (1966; Francia), de Claude Lelouch. Un hombre y una mujer (Jean-Louis Trintignant y Anouk Aimée), viudos ambos (sin que el otro lo sepa), se conocen en el internado de sus hijos. De a poco, cada uno irá revelándose frente a su nuevo amigo, para explorar –con mucha cautela– la posibilidad de que su relación crezca. Su tema musical, de Francis Lai, es sin duda distintivo inolvidable. En su momento, la película obtuvo la Palma de Oro del Festival de Cannes y dos Óscares: a film en lengua extranjera y a guion original. Cabe mencionar que, en 1986, Lelouch hizo Un hombre y una mujer: 20 años después, con los mismos actores. También, en 2019, Los años más bellos de una vida, en la que vuelve a reunir a Trintignant y Aimée, octogenarios ya, en recuerdo de su affaire, con imágenes del film original que se combinan con sueños y poemas.
Deseando amar (2000; Hong Kong-China), de Wong Kar-wai. Cuando un hombre y una mujer que viven en el mismo edificio (Tony Chiu y Maggie Cheung) se dan cuenta de que sus respectivos cónyuges mantienen una aventura, a su vez se acercan, atraídos, sin consumar la “venganza” física, lo cual –vergonzosamente– les haría “igual a ellos”. La película recibió 46 premios internacionales y 51 nominaciones en total; se le consideró el mejor film extranjero en 18 certámenes y, en Cannes, obtuvo el Gran Premio Técnico, así como el de mejor actor. Wong Kar-wai se confirma en ella como un innovador, con una atmósfera cuasi-etérea en la que predomina lo latente: la posibilidad, más que el hecho consumado. Film #2 en la lista Las 100 mejores películas del siglo XXI, de la BBC.
Tu última oportunidad (Last chance, Harvey; 2008; EEUU), de Joel Hopkins. El neoyorquino, divorciado y septuagenario Harvey Shine (Dustin Hoffman) está en Londres para la boda de hija, quien recién le avisó que prefiere ser entregada en el altar por el marido vigente de su madre. Además, a Harvey le urge regresar porque está en riesgo de perder su empleo. Ya en el aeropuerto conoce a Kate (Emma Thompson), solterona a un tris de resignarse a nunca encontrar una buena pareja. Melodrama en torno a la posibilidad de nuevos amores en la edad madura (uno, al menos), en el que lo mejor es la presencia de Hoffman y Thompson conociendo al otro y reconociéndose a sí mismos. Su tagline es preciso: Un film sobre primeros amores, últimas oportunidades y todo lo que hay en medio. Nominado a dos Golden Globes: mejor actor y mejor actriz.
Guerra fría (2018; Polonia-Reino Unido), de Pawel Pawlikowski. Inicia en la Polonia de postguerra de los 50s, construyéndose como una historia de amor loco entre un director de orquesta y una cantante campesina (Tomasz Kot, Joanna Kulig), a quienes les asfixia y determina el entorno político. A pesar de sus muchos momentos de música festiva, la cinta va adquiriendo tonos trágicos de creciente desesperanza (uno de sus temas es la pasión amorosa rodeada de imposibles), sin por ello hacerse amarga ni perder hondura o su belleza inherente. 50 premios internacionales y 126 nominaciones en total. Mejor Dirección en el Festival de Cannes y nominada al Óscar a Dirección, Fotografía y Film Extranjero. En Cannes, por cierto, recibió una impresionante ovación de pie de 15 minutos. (El ciclo, pues, ahí está; quiero pensar que resultará una buena experiencia, grata, para los asistentes).
