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Ángeles Entre Nosotros

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Ángeles Entre Nosotros
Ángeles Entre Nosotros

Alfredo Naime

Ángeles inesperados (Ordinary angels), de Jon Gunn, está basada en una historia real: la de Sharon Stevens (Hilary Swank), una peinadora de Louisville, Kentucky, con problemas de alcoholismo, que entre 1993 y 1994 se enfrascó –a contrarreloj– en la monumental tarea de apoyar el caso de la pequeña Michelle Schmitt (Emily Mitchell), de tan sólo 5 años, dependiente de un trasplante de hígado para no morir. Sharon no conocía a Michelle ni a su familia –una hermana (Skywalker Hughes) y el padre viudo (Alan Ritchson)– cuando supo de su situación. Para entonces, las deudas médicas ya les tenían en quiebra al rebasar los 400 mil dólares, además de lo principal: Michelle no figuraba en los primeros sitios de la lista de trasplantes. ¿Sharon era adinerada? No, ni mucho menos. Tampoco podía presumir del mejor comportamiento ni de sobresaliente estabilidad emocional. Pero una suerte de epifanía la hizo asumir todo lo relativo a Michelle como el proyecto y sentido de vida que necesitaba. A partir de estos resortes, la película va construyéndose como una cadena de milagros, uno tras otro, que no detallo aquí. Baste decir que el desenlace es el milagro mayor, al cumplirse –contra todo pronóstico– justo en la noche menos propicia y frente a las adversidades más despiadadas. Vamos: Dios con una serie de ángeles –encabezados por Sharon– absolutamente extraordinarios más allá de transitar existencias ordinarias.

Ángeles inesperados , sobra decirlo, es de inicio una película cercana, inspiradora, que algo obliga a postergar cualesquiera otros juicios de valor. Hablo de que sus principales méritos están en la dimensión profunda de lo que relata, dejando lo cinematográfico en una corrección sin “relumbrón” (digamos), por completo al servicio de lo emocional-humano. Desde luego, los eventos son conmovedores por sí mismos, pero encuentran su caja de resonancia en la gradual, creciente, unión de toda una comunidad alrededor de la necesidad de la pequeña, desde el motor de la invencible convicción (y terquedad) de Sharon como inopinado, y no precisamente ejemplar, ángel de la guarda. Una odisea verídica, pues, en la que todo estaba puesto para salir mal, pero inauditos giros se dieron; no por azar, sino por toneladas de fe (a pesar de dudas lacerantes), de generosidad, de corazón, y sí claro, de Dios himself, esta vez manifestándose no en directo –a diferencia de otros films recientes– sino a través del coraje y determinación de ese grupo de personas “comunes”, que al actuar trascendieron cualquier noción de límites sin apenas darse cuenta. Por supuesto, no puede negarse, lo nuclear de la narrativa es predecible incluso sin conocer la historia verdadera; pero ello es admisible, manejable, una vez que la magnitud y las urgencias de los eventos quedan firmes para la audiencia. Una travesía conmovedora, pues, que merece la pena conocer, transitar, comprender y celebrar. Ángeles inesperados exhibe en salas.

Y ahora, la pregunta de estos días: “¿cómo nos fue de elecciones?”. Ese tema, el de votar para elegir, me ha hecho recordar la película del 2008 Un papá muy poderoso (Swing vote), de Joshua Michael Stern, que detona de la juguetona, insólita premisa siguiente: en Nuevo México, EEUU, es el día de las elecciones presidenciales. La votación resulta tan cerrada que, increíblemente, la victoria de uno u otro candidato queda dependiente de un único voto faltante, que el sistema no registró debido a un apagón (y alguna circunstancia más). Pronto se sabe quién es el votante en cuestión: el desobligado borrachín Bud –muy parecido a Kevin Costner– residente de un pueblucho perdido llamado Texico. Y sí: será su decisión la que defina quién será el nuevo mandatario de la nación más poderosa del planeta. Es por eso que los medios informativos, los candidatos contendientes, el presidente saliente –el mundo entero– se acercan y voltean a Bud, que en apariencia no tiene mucha idea del tamaño de su responsabilidad…ni de ninguna otra cosa. ¿Se antoja, no? Vamos, un poco de fantasía para matizar los ánimos, ante tanta turbulencia. A buscarla en plataformas.

Alfredo Naime

Comentarios, recomendaciones y consejos para apreciar el séptimo arte, vertidos por el más reconocido crítico de cine en Puebla y zonas aledañas. Disfruta su videoblog.

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