Winadas 010310 : Canciones tontas..
La fla-k y el win hace un recorrido por una lista de canciones muy muy tontas.
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La fla-k y el win hace un recorrido por una lista de canciones muy muy tontas.
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¿Alguna vez han tenido a bien hablar con alguien que no les entiende o que no les escucha? Decía mi abuela: “me hace más caso un caballo”. Sin embargo puede ser un ejercicio muy divertido. Aquí van algunas historias que verdaderamente causaron sendas carcajadas en su rei Pelé.
Hace algunos años hubo una competencia de hockey, que se realizó en Puebla. A la competencia llegaron de Canadá y Estados Unidos. Evidentemente los güeros sólo sabían decir “amigou” y “tequila”. Entonces apareció el ingenio de el camarógrafo que nos acompañaba a cubrir la nota. Preguntó puntualmente: “oye may, ¿hablan español?”. “no”, respondieron los presentes. Entonces comenzó una cascada de vituperios contra los gorilas, quienes sin entender, sonreían amistosamente al distinguido mago de la lente. Ellos no entendían nada de lo que les decía el “amigou”, quien orgulloso y sonriente decía: “mira, los ofendo y no entienden, se ríen”.
Recientemente, en una de esas tardes de trabajo que se disfrutan –lo digo en serio- teníamos que establecer comunicación con nuestro compañero colombiano. Él, como acostumbra, trabajaba en Lap y sus audífonos puestos. Si requeríamos algo del muchacho, había que levantarse, recorrer los pasillos, caminar dos estudios y cuatro oficinas para que hiciera caso. Entonces, recurrimos al llamado de la selva: “Cadaviiiiid”. Fuimos ignorados. “Cadaviiiiiiiiiiiid”. Hizo oídos sordos. Vinieron los tonos elevados “…che Cadavid ojete” etc. Fue así que levantó la mirada y entendió que tenía que regresar al planeta tierra.
Una vez resuelto el entuerto y al paso de las horas, era menester establecer contacto con el compañero sudamericano. Antes de cualquier sobresalto, el orgullo de Chiltepec espetó: ¿“ ya le puedo decir Cadavid, o se le va a quedar “…che Cadavid ojete”? La respuesta vino desde la silla de Cadavid, quien con palabras concretas dijo: “eso sí lo escuché”. ¡Oh sorpresa! Ya no traía los audífonos y escuchó completitos los adjetivos que emergieron desde nuestra molestia al solicitar su comparecencia en primera instancia.
En fin. Es divertido sin duda. Sólo hay que tener cuidado porque si la escultural rubia con cara de ucraniana te entiende lo que le digas, seguro te volteará el “tragamaiz pal cielo”.
Foto: marcp_dmoz
Manuel Frausto Urízar
Los Metiches tenían hambre y se alimentaron en su lugar de confianza. Si no has comido, seguro te invadirá la envidia. Acompaña su interesante recorrido.
Hace no mucho, ni siquiera habría pasado por mi mente este post. Estaba acostumbrado a levantarme más temprano de lo normal y pasar al menos un par de horas al día en el transporte público (cosa que no me desagradaba en lo más mínimo) pero debo aceptar que el viajar en auto (prestado) tiene sus beneficios.
Al principio -como prácticamente cualquiera al enfrentarse a un mundo desconocido- empecé a entrar en desesperación luego de avanzar 5 metros en 15 minutos; pero voltear a los lados y ver a todos con cara de utamadreotrodiaqueapenasempieza, me tranquilizaba un poco.
Estaba acostumbrado a que en micro, yo sólo me preocupaba por elegir uno de los lugares de hasta atrás y si no había disponible, me quedaba parado sin problema. En mi reproductor de música favorito traía cargados los podcasts correspondientes y escuchaba los que duraban el trayecto de mi viaje, que podía durar hasta hora y media o dos horas. Ahora, ya no escucho podcast, alterno entre los distintos noticieros matutinos.
Hoy ya estoy más acostumbrado al ambiente. Ubico a prácticamente cada limpiaparabrisas de cada crucero en mi trayecto; claro, a ese que en algún momento me tocó el vidrio de la ventana y me dijo: «¿te acuerdas de mí?, ¿te acuerdas de mí?, órale, ¡bájate puto!», lo identifico aún más -digo, para que no se ofenda por no recordarlo-. Al señor que vende flan napolitano, el cual se cuelga letreros hasta en los hombros (literal) o al señor de los periódicos, el que prefiere vender que platicar con el oficial de tránsito con el que comparte esquina.
Hoy no me espanto si un micro se me cierra, más bien, lo ignoro, me le cierro también y espero a que sigamos avanzando. Si veo un choque o accidente, algunas veces ni siquiera bajo mi velocidad y cuando puedo, tomo fotos de el lamentable suceso.
Si veo a un motociclista tirado boca arriba y con el casco puesto, lo primero que hago es buscar en dónde está la moto, que seguro la encontraré debajo de alguna camioneta o algún otro vehículo grande.
Historias hay tantas y todas las mañanas son distintas aunque recorra el mismo trayecto. Del limpiaparabrisas recuerdo la vez que le di dos pesos a un señor, quien se ofendió, y aventó la moneda hacia un terreno baldío.
Un par de veces he visto cómo los automovilistas ignoran totalmente a los oficiales de tránsito, los cuales, no pueden más que alzar su mano con guante blanco y hacer caso omiso de mentadas, del caos vehicular.
Recorrer el periférico en hora pico siempre es una experiencia totalmente aparte, pero de esta hablaré en otro momento…
/win
En el Jueves Retro iniciamos el recorrido por distintos géneros y canciones que se bailaban en pareja. Nos movimos al ritmo de las canciones que te dicen “cómo se baila” y disfrutamos un programa inolvidable con las intervenciones de Andrea, con Ballet, Cumbia, Salsa y más.
Hoy nuestra brujita de cabecera nos platicó todo lo referente a los horóscopos mayas. Nos dio el secreto para poder decretar un muy buen año amoroso y además de todo, hizo su tradicional lectura de cartas.
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