Con mayores datos, aunque no absolutos porque aun puede cambiar algún resultado en los conteos definitivos, podemos ratificar o rectificar las primeras impresiones.
El PRD se desfondó como era de esperarse; queda claro que desde 2006 sus logros eran producto de la popularidad de López Obrador y que hoy, abandonado por este, por su fundador Cuauhtémoc Cárdenas y por muchas más de las personas con prestigio que antes fueron militantes – Alejandro Encinas, por ejemplo y otros como él – subsiste solo como membrete en poder de un grupo conocido como ´los chuchos´, que seguirán negociando espacios para ellos mientras encuentren quien los contrate.
El PAN, aunque ganó algunas gubernaturas, presidencias municipales y diputaciones locales y federales, además de dos delegaciones en la capital tampoco salió fortalecido de esta contienda, No se ve ninguna figura fuerte en sus filas para la elección presidencial de 2018 pues su presidente Madero no tiene mucho que presumir, el gobernador Moreno Valle comprobó que la militancia dura no está con él – su falta de apoyo hizo perder a algunos de sus más cercanos – y Calderón que aspira a reelegirse por interpósita persona- su esposa Margarita – fue enviado al tercer lugar en su tierra, Michoacán, y en otros lugares donde anduvo en campaña.
Los partidos pequeños corrieron con distinta suerte. El Humanista y el PT (otro que vivió a la sombra de AMLO) seguramente perderán su registro. El Panal y el PES sobreviven apenas y tratarán de formar alianzas que les permitan obtener puestos y subsidios. El MC sorprende con un altísimo – para lo que realmente representa – seis por ciento de la votación y confirma que su política de cachar rechazados por otros partidos y buscar candidatos populares les funciona muy bien.
Quedan por analizar tres partidos que son los que realmente ganaron – y mucho – en esta elección: Morena, el PVEM y el PRI, pero de ellos y de su futuro, hablaremos mañana.
Termino por hoy con mi opinión del voto nulo, que no fue porcentualmente mayor al acostumbrado. No sirve de nada en nuestro sistema electoral.
