023 Pipis Planell : Cualquier conducta se puede reparar

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¿En qué momento dejamos de ser felices? ¿En qué momento dejamos de disfrutar de la vida? Son preguntas que nos hace Pipis en su videoblog. Interesantes reflexiones.

Pipis Planell

Pensante, soñante, sintiente, algo ermitaña, espontanea, sincera y abierta con quien desee acercarse a ella. Mi lema “Ver, sentir y observar” gusto de invitar a la gente a entrar a su interior y descubrir las riquezas y alegrias que la vida misma le presenta. Leer más

6 COMENTARIOS

  1. Hola mi Pipis…

    Es maravilloso para cualquier persona el hecho de saber que puede recuperar su sana y libre existencia. De hecho al recuperar la salud emocional, espiritual y física se descubre que se ha llegado a un nuevo nivel de vida.

    Hace unos momentos leía una reflexión sobre nuestros hermanos mineros chilenos que quedaron atrapados a 700 metros de profundidad y cómo su actitud individual y colectiva los traerá de nuevo a la superficie. Y es un hecho que cuando salgan de su encierro todo será nuevo y mejor para ellos.

    Tomando este hecho como metáfora pienso en las profundidades en las que quedamos atrapados, encerrados por el remordimiento, la culpa, las frustraciones y tal como mineros atrapados necesitamos ayuda de nuestro exterior.

    Tu blog es sencillamente maravilloso mi querida Pipis, eres una Gurú comunitaria, e insisto en que tu trabajo debe llegar a más gente que lo necesita.

    Un beso grande…Diego.

    • MI querido Diego gracias por enriquecernos con tus reflexiones, que importante es saber que una emoción destructiva nos puede enterrar para siempre y hacernos vivir «casi vivos» o mas bien «muertos en vida» pues no es lo mismo disfrutar del aire libre que siempre vernos limitados en nuestra respiración.

      El reparar una conducta es vital, tan vital como el «sonarnos» y volver a respirar, Diego te envío un gran abrazo pipis

  2. Mi Pipis… como siempre, tus blogs muy atinados con nuestra realidad. Creo que estos sentimientos afectan a la gran mayoría y que no son fáciles de soltar… hay personas a las que estos sentimientos las convierten en seres no solo amargados, sino vengativos, y no necesariamente con quien les hiso daño, sino con el mundo, y dañan a los demás.. pareciese que el hacer daño las hace sentir mejor. Cuando esos sentimientos llevan mucho tiempo con nosotros cuesta mas trabajo dejarlos ir. Pero… ¿podemos identificar a esas personas «amargadas» para evitar que nos dañen?

    • MI querida Marite si si es posible identificarlas y me atrevo a decir «sentirlas» pues son gente que les falta vida, motivaciones, sentido de vida, amor al prójimo, humanismo… De hecho a veces la conducta que hay que reparar en estas personas no es tan grave pero al no resolverla pronto esta se hace como una bola de nieve y se convierte en un gran monstruo o demonio del cual es difícil escapar.

      De ahí que la mayoría de las veces el ser humano descubre que es su «propio verdugo». Mientras no perdamos nuestro crecimiento espiritual y sentido de vida es difícil que caigamos en estas redes tortuosas y al mismo tiempo es fácil identificar y palpar a estas personas en destrucción.

      Marite te envío un gran gran abrazo…

  3. Pipis,

    esta vez te cuento como ayudamos a sanar las experiencias negativas a la gente: muy simple, haciendo muchas experiencias positivas, experiencias en donde se ame al prójimo inclusive hasta la renuncia de si mismo, de tal manera que el positivo supera el negativo en el subconsciente.

    Hemos constatado que con suma facilidad se puede cambiar radicalmente de vida y volverle a dar sentido a una vida aún cuando todo parecía sumido en el más radical absurdo.

    • Marco te felicito por tu entrega y por tu trabajo con la gente, es muy cierto que cuando empleamos lo positivo es mil veces más efectivo que emplear lo negativo, lo que pasa es que casi siempre el pensamiento esta en negativo y no nos animamos a emplear el positivo.

      Sin embargo el poder del amor, el apoyo y la comprensión cuando se emplea es totalmente efectivo y detiene la cadena de odio. Gracias por compartir tu experiencia y nos seguimos leyendo, un abrazo

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