No sé cómo ni cuándo empezó mi adicción por el café, solo sé que mi día no está completo sin haber tomado una buena taza de esa negra bebida. Pero no crean que es una adicción sin ton ni son, de esas que te vuelven loco y te destruyen, es un gusto del cual disfruto con todos mis sentidos y no lo tomo solo para despertar, lo tomo para suavizar las tristezas e intensificar las alegrías, se ha convertido en un acompañante de mis buenos y malos momentos; matiza mis sentimientos haciéndolos únicos, irrepetibles, les da un toque tan especial que ni yo sé cómo describirlo, más que curar mi vida la llena de ánimo y buena vibra. [quote align=’right’]Una buena taza de café es el alimento de mi alma, de mi ser[/quote]
Para mí una buena taza de café es el alimento de mi alma, de mi ser. Me ayuda a reflexionar y ver las cosas de diferente manera, me relaja, me despierta, me reconstruye, me acompaña…
Es un buen amigo: lo tomo cuando fumo, después de comer, al desayunar, cuando hay mucho trabajo, cuando estoy triste, cuando estoy alegre, cuando hace frio, cuando hace calor, después de hacer el amor, antes de tomar una decisión importante, después de una cerveza pá no dormirme, cuando leo, cuando escribo, cuando lloro y lo más importante: cuando siento que no me hace falta nada más en la vida.