Un enigma de la ciencia.

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Foto: Ludwin Cuevas
Foto: Ludwin Cuevas

¿Qué hace a una mujer relativamente bonita, en un puesto intermedio en la cadena de la producción, transformarse por completo y ser un energúmeno detrás del escritorio? Así, en un instante, como si el escritorio oliera feo y las hiciera poner cara de fuchi.

No lo entiendo.

Y es que en las últimas semanas me ha tocado ver o encontrarme con asistentes de dirección o encargadas de algún departamento cambiar de actitud, por el simple hecho de acercarse a ellas para pedir informes, completar un trámite o pedirles su apoyo, es decir que hagan su trabajo. .[quote align=’right’]¿por qué desquitarse con uno cuando lo único que busca es un simple trámite administrativo?[/quote]

Tienen cara de ángeles, pero el diablo se aparece cuando algo parece no les agradarles y arremeten contra una persona humilde.

Quiero entender que tuvieron un día difícil, que el jefe las regañó, o que el novio las hizo enojar sin causa justificada.

Pero ¿por qué desquitarse con uno cuando lo único que busca es un simple trámite administrativo?

Considero que tener un escritorio cerca de la oficina principal, ser el brazo derecho del jefe, no las hace dueñas de la empresa, solo un empleado más y sin derecho a regañar a la gente por nada.

Así que no estaría mal, que antes de agredir a una persona ajena que llega a la oficina por necesidad o accidente, lo menos sería  recibirla con un saludo amable y una sonrisa. Eso es más efectivo que un regaño o un maltrato.

No creo que les descuenten el día por saludar y ser la cara amable de una oficina donde están para servir.

Israel Valero Flores

Por mi color de piel, soy blanco de burlas, pero he aprendido a sobrellevarlas y admito que soy el doble de Denzel Washington. Reportero con más de 17 años en el medio. Amante de los deportes como el automovilismo, futbol americano o basquetbol. Leer más

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