Hay tres partidos que pueden decirse triunfadores en esta elección si se considera lo esperado contra lo obtenido.
Se creía, particularmente en el alguna vez llamado ´círculo rojo´, que el PRI sería castigado por los electores, que la gente expresaría su rechazo a las reformas, acordadas en el ´pacto por México´ y elevadas a constitucionales en el congreso, con apoyos del PAN, unas veces, y el PRD, otras. Resultó que no, que el PRI fue el partido más votado por sí mismo y que con su alianza con el PVEM alcanza una mayoría que será muy útil para gobernar en la segunda parte del sexenio de Peña Nieto. Es cierto que perdió algunos escaños, pero con los obtenidos por los ´verdes´ recupera prácticamente esos espacios. Además ganó muchas gubernaturas y particularmente tres delegaciones y algunas curules locales en la capital, donde hace mucho que no ganaba nada importante, excepción hecha de la delegación Cuajimalpa donde, debe destacarse, refrenda su victoria.
El PVEM, el de las cuatro mentiras según algunos, porque no es partido, sino negocio, no es verde, sino depredador de playas, selvas y demás, no es ecologista, sino obstáculo para la defensa real de lo relativo a la salud de la tierra y no es de México, sino de la familia González y unos pocos de sus cuates, es también un triunfador; derrotó a las instituciones, particularmente el INE y el TEPJF, y también a los que no solo llamaron a no darles ni un voto, sino a quitarles su registro. Tienen hoy más fuerza y más posiciones que nunca, incluyendo una gubernatura, Chiapas, que lograron en elección anterior. En un sistema que es mar de falacias y mendacidades, se desenvuelven mejor que todos los demás, son peces diseñados para esas aguas. Su futuro parece promisorio.
Se sabía que Morena iba a lograr su registro sin problema y se creía que obtendría arriba del diez por ciento de los votos totales. No llegó a tanto, obtuvo menos del nueve por ciento en la elección federal, lo que le da alrededor de cuarenta diputados, pero su éxito mas grande lo obtuvo en las elecciones locales del D. F. y el Estado de México. Gobernará una porción de territorio considerable y un gran número de ciudadanos que en ellos habitan. Esa base de poder ejecutivo le dará amplio margen de maniobra política y financiera. Es, nadie lo duda, la verdadera oposición al gobierno federal, para bien o para mal, y será contendiente de peso en 2018; de su ejercicio de gobierno dependerá su oportunidad entonces.
Quisiera decir que también ganaron los ciudadanos sin partido, que son la inmensa mayoría. porque triunfó el ´Bronco´ y gobernará Nuevo León, Clouthier será diputado federal por un distrito de Sinaloa y Pedro Kumamoto lo será, local, por un distrito en Jalisco, además de algún otro menos mediático en otra parte, pero me parece que de momento solo serán utilizados para ´presumir´ de apertura política del sistema pero tendrán poco margen de maniobra para significar un cambio, un avance democrático real. Ojalá me equivoque.
Hablando de ciudadanos, el que esto escribe recomienda no olvidar el pasado y los crímenes cometidos contra la población en nombre de la ley y de unas difusas mayorías cuya ´seguridad´ quiere garantizarse a cualquier precio, porque esta ocurriendo otra vez. Yo no olvido la masacre cometida hace cuarenta y cuatro años. Diez de junio, no se olvida.