Pepe Hanan
@PepeHanan
Una historia de verdadera pasión, intriga, celos y dinero, es la que rodea al jugador del Puebla de la franja Christian «Hobbit» Bermúdez».
A continuación narraré una serie de hechos, acontecimientos y atropellos de los cuales el menudito jugador camotero ha sido objeto en el juzgado Undécimo penal de la Ciudad de México allá en el reclusorio norte.
Mire usted y saque sus propias conclusiones:
En la causa penal 54/2015, que se tramita ante el Juzgado Undécimo Penal de la ciudad de México, con sede en el Reclusorio Norte, en contra de Christian de Jesús Bermúdez Gutiérrez, por la supuesta comisión del «delito que atenta contra el cumplimiento de una obligación alimentaria agravado», lo que se litiga no son precisamente alimentos a favor de la ex-esposa del futbolista, de nombre María Fernanda Hernández, así como de sus menores hijos. Efectivamente, lo que se está litigando es un negocio que rebasa los 8 millones de pesos, de los que quieren verse beneficiados tres socios:
Se dice también que en el negocio ya están incluso determinados los porcentajes que cada personaje va a recibir, incluido el mismo juez que lleva el caso, lo cual honestamente sería inadmisible. Veamos:
Al 50% van la ex-esposa y su actual pareja sentimental, el abogado Emilio Pardo quien por cierto patrocina a aquella en la causa penal.
Al 25% va el concuño de María Fernanda Hernández, un empresario de la rama de insumos de oficina y computacionales, que ha sido el encargado de financiar el juicio, a cambio de una buena recompensa económica.
El 25% restante, es para el Lic. Eduardo Mata Carrillo. Sí, efectivamente, el propio Juez Undécimo Penal de la Ciudad de México, que tiene a su cargo la causa penal, es parte del negocio; y de hecho en este momento, el socio más pro-activo del asunto. Prueba de lo anterior, son la serie de atrocidades que dicho Juzgador ha cometido
para lograr el objetivo, y que a continuación narraré:
Comencemos por decir que durante el término constitucional de 144 horas que concluyó el pasado martes con el dictado del auto de formal prisión en contra del jugador del Puebla, el Juez dejó de valorar las pruebas ofrecidas por la defensa; y que eran más que suficientes para poner en libertad al «Hobbit» Bermúdez. Pero la defensa del jugador ya contaba con ello; y por eso su estrategia no iba encaminada en ese sentido.
Efectivamente, la defensa del deportista consistía en interponer, -al día siguiente del dictado del auto de formal prisión-, un INCIDENTE DE SUSTITUCIÓN DE MEDIDAS CAUTELARES, sustentado en el nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales; de acuerdo con el cual, el delito que se le imputa a Christian Bermúdez NO es considerado como grave, por lo que debía de ser puesto en libertad bajo fianza. En español: actualmente existen dos legislaciones vigentes bajo las cuales puede ser procesado el futbolista; la diferencia consiste en que en la primera de ellas que es la que le están aplicando, el jugador debe permanecer en prisión todo el tiempo en que enfrenta el proceso, mientras que en la segunda de ellas, el jugador puede enfrentar el proceso en libertad, pagando una fianza que garantice el resultado. El artículo quinto transitorio del Código nacional de Procedimientos Penales que entró en vigor el pasado mes de junio del año en curso, establece que aquellas personas que se encuentren sujetas a prisión preventiva por estar sujetas a un proceso penal por la supuesta comisión de un delito que esa propia legislación NO considere grave (como es el caso) podrán someterse a dicho Código Nacional de Procedimientos Penales y obtener su libertad bajo caución.
En razón de lo anterior, la defensa del «Hobbit» Bermudez presentó dicho incidente el pasado miércoles 31 de agosto, exactamente a las 2:35 p.m., es decir, 25 minutos antes de que el Juzgado cerrara sus puertas hasta el día siguiente. Pero la respuesta del Juez fue contundente: al enterarse de la interposición del incidente, ordenó a su personal NO salir a descansar (ni a comer) hasta NO haber desechado el incidente ese mismo día. El objetivo era claro, NO permitir al procesado la más mínima posibilidad de esperanza para obtener su libertad si no pagaba a la contraparte lo que se le reclama, es decir, 8.2 millones de pesos.
Exactamente a las 3:47 p.m., el «Hobbit» Bermúdez, a solicitud del Juez Eduardo Mata Carrillo, acudió a la rejilla de prácticas del Juzgado Once Penal, donde permaneció cuatro horas parado, sólo y sin la presencia de sus abogados, a la espera de lo que ordenara el Juzgador. En el jugador entró el nerviosismo, el sentimiento de debilidad y vulnerabilidad frente a su Juzgador, quien le hizo saber de esta forma que estaba a su merced.
Fue hasta las 7:45 p.m., cuando el Juez se dignó personalmente a notificarle al jugador la resolución por la cual estaba desechando el incidente que su defensa había presentado apenas cinco horas antes; mismo incidente en el que el futbolista tenía esperanzada su libertad.
Cabe señalar que en un asunto «normal», este trámite debe durar al menos tres días, en los que el incidente debe de pasar a acuerdo (primer día) elaborarse el proyecto de resolución (segundo día), firmarse y autorizarse por el Juez y finalmente notificarse (tercer y cuarto día). Pero este no es un asunto normal y el Juez NO tenía la intención de permitirle al procesado la mas mínima posibilidad de recuperar su libertad por medio de los recursos legales a su alcance.
Por eso NO se conformó con notificarle el desechamiento del incidente planteado, sino que además, el Juzgador fue contundente con el deportista; y al notificarle lo anterior, le dijo lo siguiente: «se que tú y tus abogados quieren ponerte en libertad bajo fianza, pero eso no se va a poder, o a lo mejor lo logran en unos meses, pero tú no puedes permitirte esperar esos meses en prisión, pues necesitas salir y reincorporarte al Club de Futbol o te van a correr. Por eso, la única opción que tienes si quieres recuperar tu libertad, es pagarle a tu ex-mujer todo el dinero que te pide, o de otra manera simplemente no vas a salir».
Cabe señalar que con lo anterior, el Juez cometió una serie de delitos como ABUSO DE AUTORIDAD, pues un Juzgador está expresamente impedido legalmente para aconsejar al procesado en el asunto que está juzgando.
El interés (económico) del Juez en el asunto, lo llevó a caer en lo burdo con tal de conseguir su objetivo. Veamos.
Para lograr su cometido, tuvo que habilitar horas inhábiles (el juzgado cierra a las 3:00 p.m. normalmente; pero el miércoles 31 de agosto cerró hasta las 8:00 p.m., como si se tratara de un asunto urgente).
Para probar lo anterior, basta con revisar el acuse de recibo del incidente presentado, en el que consta la hora de su presentación y constatarlo con las cámaras de vigilancia tanto del reclusorio como del Juzgado, en las que constan la hora en la que el jugador fue llamado al juzgado; la hora en que fue devuelto al reclusorio, así como la conversación que el Juez tuvo con el procesado al filo de las 7:30 p.m.
Una vez que la defensa de Bermúdez tuvo conocimiento de lo sucedido, acudió al Juzgado Undécimo Penal a corroborar lo hechos y a notificarse, en carácter de defensores, respecto del acuerdo que desechaba el incidente y que se le había notificado a su cliente la noche anterior. A partir de ese momento, a la defensa le corrió un nuevo término legal para recurrir el auto que desechaba el incidente; mismo término que vencería el pasado viernes 2 de septiembre.
En ese orden, el pasado viernes dos de septiembre, exactamente a a las 2:59 p.m. (un minuto antes de que cerrara el juzgado) la defensa presentó el nuevo recurso legal. Nuevamente el Juez, ordenó a su personal quedarse a laborar; y repetir a la letra, la misma historia vivida por el jugador la tarde-noche del miércoles 31 de agosto.
Cabe señalar que este no es el primer caso en que los abogados defensores del jugador se enfrentan a un Juez del mismo reclusorio norte, con intereses económicos en los asuntos que tienen a su cargo.
El año pasado, tuvieron a su cargo la defensa del empresario poblano Gerardo Manzur Yadeun Angulo, quien estuvo recluido en el Reclusorio Norte por su probable participación en la comisión de delito de fraude. En aquella ocasión, el Juez Séptimo Penal con sede en el Reclusorio Norte, de nombre Fernando Guerrero Zárate, literalmente le
dijo a los defensores: «díganle a su cliente que ya me traiga el millón y medio que le pedí o me lo chingo». Lo que el Juzgador no sabía, es que esa conversación de más de 18 minutos, fue grabada por los defensores, quienes la han guardado en secreto hasta este momento, en que han decidido sacarla a la luz, para evidenciar la red de corrupción que impera en los Juzgados del Reclusorio Norte.
¿A qué se dedican los Jueces de ese reclusorio, a juzgar o a hacer negocio?
Así las cosas, este lunes 5 de septiembre, los defensores del «Hobbit» Bermúdez comparecerán por escrito ante el Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, con el objeto de presentar una Queja en contra del Juez Eduardo Mata Carrillo. El objetivo de la queja es solicitar su inmediata destitución; sólo así se podrá llevar a cabo una defensa legal de un asunto de alimentos; y no de un negocio millonario en el que llevan mano el concuño de la «afectada», esta última y su pareja sentimental el abogado Emilio Pardo; y por último el Juez que conoce de la causa. Solo así se explica que el abogado Emilio Pardo, se rehuse a aceptar cualquier propuesta de arreglo que implique dejar de recibir un peso menos de los 8.2 millones que reclaman. La razón es clara: son muchos socios y si aceptan menos dinero, les toca «de a poco».
Después de esta larga narrativa de lo acontecido en el juzgado, sólo queda preguntarnos en manos de quién está la justicia en México, en manos de jueces que sólo litigan para ganar dinero y hacer negocios?
Será posible que la blanca palomita y abnegada, la ex exposa del ‘Hobbit’, junto con su pareja sentimental y abogado, lo cual demuestra que no está tan sola como nos la quisieron presentar en un principio, sólo intenten hacerse de recursos para seguir viviendo su romance, patrocinados por el futbolista?
Algo me queda más que claro en esta historia, los niños y su manutención son lo de menos.
Nosotros como siempre veremos y diremos.
Hasta la próxima.