La lucha sangrienta por la salvación de la categoría ha dejado muertos, heridos y desaparecidos.
Como pocas veces, tantos intereses se han alineado y conjugado para determinar quien no sólo va a descender, sino que prácticamente va a desaparecer del mapa futbolístico, pues sabemos bien que equipo que termina por bajar, tiende a ausentarse de manera definitiva o al menos condenado a no regresar en varios años.
Hace algunas semanas platicaba yo de que las cartas estaban echadas y que en lo más alto de la Femexfut se había determinado que fueran los Jaguares de Chiapas los elegidos para dejar el máximo circuito, situación que parece se hará realidad.
Las componendas acompañadas de billetes y acuerdos en lo oscurito son el común denominador de nuestro futbol y estos decidieron que como los Chargoy omitieron en tiempo y forma deshacerse de una de sus dos franquicias, tendrían que ser sacrificados por los Dioses del Olimpo, es decir, el que desobedece paga las consecuencias y de qué forma.
Algo realmente extraordinario tendría que suceder para que los chiapanecos salven la categoría y envíen a Morelia a la división de ascenso, considerando que en este futbol pasa cualquier cosa y la FMF se maneja como la ‘piruja’ que se vende al mejor postor; la posibilidad. aunque remota, aún existe.
Qué miedo de verdad da para cualquier empresario pensar en invertir su dinero en un equipo profesional a sabiendas de que estás en manos de los caprichos de los más poderosos y que en un santiamén puedes dejar tu patrimonio en el camino.
Hoy el futbol, y debemos entenderlo, es para ricos, muy ricos, qué digo ricos, es sólo para grandes emporios económicos a los que el gasto excesivo que representa un equipo de estas características, no ponga en riesgo ni su capital y menos su flujo.
En lo que respecta al Puebla de la franja, vale la pena echar un vistazo a la forma en que han terminado los últimos dueños. Veamos.
Emilio Maurer terminó refundido en la crujía #11 antes de tener que entregar el equipo; José Abed, al término del mandato del gobernador Manuel Bartlett salió por peteneras al haber cumplido el compromiso contraído con el mandatario no sin antes llevarse varios sustos con respecto al descenso.
Posteriormente, Paco Bernat terminó encarcelado al ser acusado por su socio Ricardo Henaine por manejos turbios y mal manejo de los dineros del club, terminó firmando la cesión de la franquicia a cambio de su libertad y más adelante, Ricardo Henaine terminó muy emproblemado con el gobierno del estado y al final terminó por vender al equipo antes de que su situación terminara como la de sus antecesores.
Ahora, Carlos Hugo López Chargoy está a punto de perder una de sus dos franquicias (Jaguares) y la otra con serios problemas porcentuales (Puebla).
La pregunta es obligada: si Chargoy no se decide a vender al Puebla, ¿podrá sobrevivir en un mar lleno de tiburones sedientos de sangre? O… ¿cómo terminará? Es una duda que queda en el aire y que sólo el tiempo nos lo podrá contestar.
Lobos BUAP, perseguido
Un equipo con una nómina baja, que basa su éxito en el compañerismo y sacrificio además de una eficiente administración la cual no tiene un sólo tache en la FMF, ha sido víctima de una persecución grosera por parte del arbitraje.
La razón es simple, Lobos BUAP compite sanamente, no realiza acuerdos en lo oscurito y sus dirigentes, dígase la universidad, aún creen en el ‘fair play’ y en esa época romántica donde ganaba el mejor y el que lo merecía; tristemente esas épocas no existen más y tampoco volverán.
Yo me pregunto: si para triunfar en el futbol, ¿se requiere ser un mafioso? ¿De comprar conciencias e intereses para ser favorecido por el dedo divino?
De ser así, qué pobreza de deporte, de ser así, ¿qué caso tiene competir?
Como sea los universitarios darán todo lo que tengan dentro del terreno de juego y veremos hasta dónde podrán llegar, o mejor dicho, ¿hasta dónde los dejarán? Porque hoy queda más que claro que a pesar de ser el equipo que mejor futbol despliega en la división de ascenso, las posibilidades de lograr trascender para un posible ascenso no son nada claras ni alentadoras por la serie de intereses que se manejan desgraciadamente en nuestro futbol.
Lo dicho, qué miedo.
Nosotros como siempre veremos y diremos.
Hasta la próxima.