Los «Ya me aburrí» de los niños y los límites de los padres
La vida cotidiana va cambiando conforme pasa el tiempo y las circunstancias. Diversas actividades se transforman y con ellos las dinámicas de convivencia de los seres humanos. Lo que antes experimentamos en la cotidianidad hoy es distinto y es posible que nos cueste un poco de trabajo adaptarnos a los nuevos tiempos.
Unos de los actores sociales que también sufren estos cambios son los niños. Los niños también van cambiando sus dinámicas de actividad, más radicalmente en este contexto que estamos viviendo con la pandemia. Las actividades de los niños cambiaron drásticamente, la escuela, los juegos, las relaciones sociales, son elementos que les cambiaron de la noche a la mañana.
Los niños están expuestos, hoy más que nunca, a los medios digitales, y sus actividades están relacionadas con estos medios casi en su totalidad. Ante esta circunstancia es posible que en algún momento del día se aburran de esta dinámica. Pareciera una frase común, pero que posee un significado profundo.
En este medio en el que tenemos una gran cantidad de medios para conocer cosas, es posible que aburrirse sea casi imposible, pero el hartazgo ante la exposición a los medios virtuales también nos puede afectar, y más en los niños pequeños.
La imaginación y las actividades
Es importante nutrir la imaginación de los niños fuera de la tecnología. Los libros, la música, el dibujo y muchas otras disciplinas que pueden nutrir su imaginación son herramientas para hacer que no caigan en estos baches de aburrimiento.
Los padres de los pequeños deben tomar en cuenta que no pueden resolverse de manera automática todas las necesidades que tienen los niños, en este caso hacer algo para que no se aburran, sino que, lejos de hacer cosas para ellos, es mejor sólo proporcionarles los materiales para que ellos mismos creen sus propias actividades.
Tener listos espacios y elementos para que los pequeños inventen sus propias aventuras en casa es importante. Hojas de papel, colores, libros, juguetes didácticos, etc, son elementos que podemos usar para estimular la creatividad.
No es malo aburrirse, tampoco se debe tomar con el peor de los escenarios, y no únicamente en los niños, también como adultos podemos llegar a este punto, pero debemos enfocarnos en actividades que nos gusten, si así lo queremos, siempre encontraremos la manera de hacer volar nuestra imaginación.
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