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Para calentar motores, futbol de película (s)

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Para calentar motores, futbol de película
Para calentar motores, futbol de película

Alfredo Naime

Con Qatar y la fiesta máxima del futbol, la Copa del Mundo, a la vuelta de la esquina, afirmo que (en principio) el cine sigue sin hacerle justicia al deporte más popular del orbe con alguna película superlativa, imborrable, definitiva. Pero intentos agradecibles sobran, claro. Ubico aquí cinco de ellos –más y menos conocidos– para “calentar motores” rumbo a la justa deportiva de cada cuatro años, tan esperada por todos. Estaturas aparte, resultan bastante disfrutables, en especial para los genuinos futboleros de la comarca: esos que ven (vemos) futbol absolutamente siempre, y no sólo durante los Mundiales.

Fútbol como nunca (Alemania Occidental; 1971), de Hellmuth Costard. El 12 de septiembre de 1970, durante un juego Manchester United-Coventry en Old Trafford, Costard –director de cine experimental– siguió con ocho cámaras de 16 mm, durante más de 90 minutos, al legendario “11” George Best, “el símbolo del clásico puntero izquierdo”. El resultado es un documento único en la historia de los registros fílmicos del fútbol, que justamente permite verle como nunca. Toda una experiencia de intimidad individual en el terreno de juego.

Escape a la victoria (Escape to victory; 1981), de John Huston. Con un reparto encabezado por Sylvester Stallone y Michael Caine –y con la invaluable inclusión de jugadores “de a deveras” como Pelé, Bobby Moore, Osvaldo Ardiles, Paul Van Himst y Kazimierz Deyna– Huston pone en escena un partido de fútbol entre prisioneros de guerra aliados y la selección alemana, a disputarse en la Francia ocupada por los nazis. El juego funge como base de un plan de fuga, diseñado por la Resistencia; ¿dará resultado el engaño? Lo sigo pensando: cualquier equipo que se rifa su destino teniendo la osadía de alinear a Stallone como portero, se merece un futuro mejor.

Historias de fútbol (Chile; 1997), de Andrés Wood. Tres historias breves —Pasión de multitudes, No le crea y Último gol gana— construidas en torno a lo que significa el fútbol para jóvenes chilenos. El segundo segmento está escrito por Mario Benedetti. La película incluye un gran gol de Gustavo Moscoso –viejo conocido de la afición mexicana– justo en Copa del Mundo. En su momento, Historias de fútbol fue galardonada como mejor ópera prima del Festival de Cartagena, mientras que en el Festival Internacional de San Sebastián, Andrés Wood recibió mención especial como “mejor nuevo director”.

El milagro de Berna (Alemania; 2003), de Sönke Wortmann. Durante los 50s, la selección más poderosa, la más temida, fue aquella de Hungría encabezada por el legendario Ferenc Puskas. Pero en la Copa del Mundo de 1954, celebrada en Suiza, el destino les puso enfrente –para la gran final– al equipo alemán, dirigido por el también legendario Sepp Herberger. Los eventos quedan articulados desde los ojos de un niño alemán, cuyo sueño es llegar a Suiza para presenciar el juego definitivo, y desde el trabajo de un reportero que cubre el certamen. Acordémonos: toda nación necesita de héroes, y con frecuencia es el fútbol el que los proporciona.

¡Gol! (Goal!; EEUU, 2005), de Danny Cannon. Santiago, inmigrante latino que vive en Los Ángeles, sueña con convertirse en futbolista profesional. Su azaroso destino decide concederle la oportunidad de probarse en el histórico Newcastle United, de la Premier League. Y bueno, si de común son temibles las películas sobre fútbol realizadas por gente que ni lo jugó ni lo entiende, este no parece ser el caso. ¡Gol! es un cuento de hadas que, desde el pretexto perfecto, funciona envidiablemente (es quizá por eso que aceptamos incluso el descomunal zurdazo final, siendo que los 100 minutos previos Santi sólo pateaba con la derecha). Lo mejor: en el film participan genios de la talla de Zizou Zidane, Raúl, Beckham, Kluivert y Alan Shearer, entre otros. (Qatar, cada vez más cerca).

Staff

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