El último del sexenio

El Festival Internacional de Puebla ha tenido sus bajas y sus altas, incluso, sus muy bajas; sin embargo esto de organizar eventos es como lo vida misma; es decir, se aprende del error y sobre el camino y lo importante es que, a pesar de las decepciones que haya propiciado, son más las emociones, los gritos, brincos y aplausos ante memorables presentaciones que en doce años hemos atestiguado.

Dentro de los más memorables están, me dicen los que lo atestiguaron, fue el FIP 4, de la era Pedro Angel Palou, donde todas las plazas del Centro Histórico poblano se llenaron de algarabía con grandes presentaciones como Lila  Downs y Ely guerra en el Atrio de Catedral y bandas como Resorte y Panteón Rococó hicieron retumbar en sus centros la tierra del Paseo Bravo.

De la época actual, a cargo del Secretario de Cultura, Alejandro Montiel, retomaremos el FIP 10, en el que nos trajo las hipnóticas composiciones minimalistas de Phillip Glass y Michael Nyman, y alucinantes noches en el Zócalo con Molotov y Los Enanitos Verdes.

El peor, para gusto de muchos, en especial para los que cubrimos la fuente de cultura, fue el FIP 8, en el que la atracción principal fue el ensamble cumbanchero sinfónico encabezado por Margarita la Diosa de la Cumbia y la Orquesta del Estado.

El buen Alejandro siempre argumenta, citando Apocalípticos Integrados de Humberto Eco, que la alta cultura debe convivir con las expresiones populares y todos estamos de acuerdo con ello; sin embargo, hay que reconocer que ese concierto se hizo de emergencia porque se le calló la negociación con Pablo Milanés que canceló, casi de última hora y la opción que encontró el gobierno estatal fue la coincidencia de la visita de Margarita por estas tierras.

El caso es que, por una parte, hubiera estado mucho más prendido sacar a la Sinfónica de la sala de concierto a una tocada callejera con la Diosa de la Cumbia y la gente pudiera bailar y no quedarse con las ganas en el Auditorio Siglo XXI.

Por otra, más que popular, Margarita es una expresión comercial que tiene sus escenarios y las expresiones artísticas alternativas, independientemente de si son populacheras o de alta cultura, en nuestro país no, por lo que un festival que organiza una instancia cultural debió preponderar en la difusión de estas expresiones que carecen de foro. El caso es que ese FIP fue un pastel sin cereza y con un relleno medio desabrido, pero tampoco era pa no comerlo.

En fin, el tiempo pasó y el FIP se puso mejor y esta edición, la última del sexenio, que organiza el buen Alejandro, promete; el cartel es atractivo, vienen Pesado, Joan Sebastián y el Buki a tocar sin costo para el auditorio, pero también viene el maestro del Jazz experimental, mago de la tecla, Chick Korea, pa los bohemios.

Para los progresivos tendremos a dos de los padres del género, hijos del Rey Carmesí, el bajista Tony Levin y Pat Mastelotto quienes junto con Michael Bernier nos presentan el proyecto Stick  Men.

Para los fresas viene uno de los virtuosos del pop mexicano, Aleks Syntec, para los niños Qué Payasos, para las damas y los amantes del flamenco viene Diego El Cigala, para los gráficos, un buen de exposiciones en colaboración con la Alianza Francesa y obra erótica de Francisco Toledo, entre otras finas hierbas.

15 países, más de 170 eventos, participación de 7 estados del país y 37 millones de morlacos de inversión, creo que prometen y la recomendación es que, además de que el personal acuda a los eventos de sus artistas favoritos, se den una pasadita por aquellas cosas que desconocen, échenle una miradita a la cartelera en: www.fip.gob.mx

Foto: Galería de Nimmue

Arturo Craivioto