Para ver en casa: Dos films de interés

Alfredo Naime

No que todo lo relativo a Netflix (y similares) sea bueno –ni mucho menos– pero desde luego agradeces que, con frecuencia, ofrezca la posibilidad de ver, o de volver a ver, películas cuya exhibición en salas cinematográficas resultó desairada, o al menos efímera. Ubico aquí un par de casos, de reciente llegada a Netflix. El primero es Aftersun (2022), ópera prima de la escocesa Charlotte Wells. En lo que resulta un extenso flashback, se nos muestra esto: en un modesto resort turco, un joven padre divorciado (Paul Mescal, magnífico) vacaciona con su hija de 11 años, Sophie (Frankie Corio, superlativa también). Disfrutan de su tiempo juntos lo más posible, entre risas y una muy buena relación. Veinte años después (atisbos del tiempo presente), Sophie, madre ya, intenta recordar detalles de esos días –a partir de recuerdos vívidos, pero también difusos o quizá fabricados– en busca de precisar lo que en su momento no comprendió sobre su padre, y que, desde entonces, ha marcado su propia vida. La directora Wells hizo pruebas a más de 800 niñas para el papel de Sophie, que al final otorgó a Frankie Corio. Aftersun recibió premios y reconocimiento por todos lados, incluyendo los festivales de Cannes y Sao Paulo, los British Independent Film Awards, los BAFTA y los BAFTA escoceses. El National Board of Review de Nueva York consideró a Aftersun uno de los mejores films de 2022, quedando además como 1er lugar en la encuesta anual de la afamada revista Sight and Sound.

El segundo título –basado “en hechos probables sin comprobar”– es Ammonite (2020), de Francis Lee, coprotagonizada por Saoirse Ronan y Kate Winslet. Es un drama ubicado en Inglaterra a mediados del siglo XIX, que involucra a una figura histórica reconocida: la investigadora Mary Anning (Winslet), célebre cazadora y estudiosa de fósiles, que vive en una covacha junto al mar. Necesitada de dinero, acepta el ofrecimiento de cuidar a Charlotte (Ronan), la enferma joven esposa de un hombre rico. De personalidad y clase social distintas, la convivencia entre ambas es muy tirante al principio; pero gradualmente desarrollan un vínculo cada vez más intenso, que las pone en el curso de una relación “impensada”. Tan impensada que ambas extraordinarias actrices deben encarar escenas realmente fuertes (filmadas con un crew sólo de mujeres). Sin ser Ammonite la más redonda de las películas, el hecho de ver y disfrutar en ella los trabajos de Kate Winslet y Saoirse Ronan la hacen, por supuesto, una opción sumamente atractiva. No se olviden pues de que Aftersun y Ammonite están a disposición en Netflix.

Ahora bien (y a propósito de Aftersun), hay que estar concentrados, debido al hecho siguiente: en los últimos años hemos visto al menos cuatro películas cuyo título original es una sola palabra que incluye en ella sun; en orden cronológico: Sunburn (2020), Sundown (2021), la comentada Aftersun (2022) y Suncoast (2024). Digo, para que se nos enrede la cabeza y nos dé calor. La primera, Sunburn, de Anthony Alleyne, es un thriller español-británico con rasgos de horror. (Por cierto, anteriores a este, hay al menos otros tres largometrajes, y una serie televisiva, que también llevan por título Sunburn). Por su parte, Sundown, del capitalino Michel Franco, es un drama –filmado en Acapulco– que en su momento, después de comentarlo a fondo, ubiqué y elogié como uno de los films que más me gustaron de aquel 2021. Finalmente, Suncoast, de Laura Chinn –otro drama– tiene un argumento relativo a un chico enfermo y, en paralelo, a protestas sobre un polémico, emblemático, caso médico. Advierto todo esto –lo de los títulos similares– porque con frecuencia sucede que, buscando una película, encuentras otra y la ves, dándote cuenta (o no) de que te confundió su nombre. Y ojo: no estoy refiriéndome a los irritantes, equívocos, títulos al español impuestos por las distribuidoras a películas extranjeras, sino a títulos originales, frecuentemente así de parecidos o hasta repetidos. Así que, cuidado.