Ver cine en el 2020: Los ciclos «de respaldo»

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Ante la necesidad de quedarnos en casa para cuidarnos, desde marzo y durante varias semanas propuse ver películas en ciclos, con la idea de que lo visto tuviese una cierta cohesión –genérica, referencial, temática– que aportara desde el conjunto una experiencia más global y completa. Miro hacia atrás y me sorprende la cantidad de ciclos pensados, así como su diversidad. En la columna de hoy, recuerdo y recupero algunos de ellos.

Uno de los primeros fue el relativo a films de entorno y/o rasgos políticos, con tres (brasileño, mexicano y libanés, respectivamente) denunciando al poder por algo anómalo, o injusto, o corrupto, o abusivo, o todo eso junto. Esos films fueron: Aquarius, de Kleber Mendonca Filho –al rescate del valor infinito de la gente, siempre superior al del poder y la avaricia– El infierno, de Luis Estrada –el panorama nacional en su escenario más terrible: el de un país controlado por el narco, bajo las constantes del asesinato, la violencia y el abuso– y El insulto, de Ziad Doueiri, un resonante drama de conciencia(s) que trasciende su primera lectura de drama legal.

No faltó, desde luego, un ciclo de comedias, integrado por cuatro películas. De Roma con amor, de Woody Allen, fusión de lo factual con lo fantástico (el resultado es surreal), disfrutable pero “laxa” en cuanto a rigor. Entre copas, de Alexander Payne, aguda película sobre el corazón masculino –jocosa pero espeluznante– que se las arregla para ser igualmente entretenida, inteligente y conmovedora. La muerte de Stalin, de Armando Ianucci, una muy divertida (y crítica) sacudida a las dictaduras y su noción del poder, y 500 días con ella, de Marc Webb (autodesignada “no una historia de amor”), en la que el protagonista se enamora de alguien que un rato es su alma gemela, pero una loca de remate al otro; territorio comanche que, por familiar, hace que nos enganchemos a los eventos.

Hubo también ciclo de melodramas, género tonal que no se dirige a la razón del espectador sino a la fértil geografía de su corazón. Amor a la carta, de Ritesh Batra, que ofrece una historia simple entre dos marginados: por su soledad, un viudo de la tercera edad; y por el evidente abandono de un marido que no se ha ido, una mujer casada, más joven. Sin conocerse ni verse, se buscan porque se necesitan. Una segunda oportunidad, de Nicole Holofcener, sobre la necesidad de enfrentar tus errores y sobre lo complicado que se ha vuelto relacionarse como pareja. Un viaje de 10 metros, de Lasse Hallström, que ilustra los desencuentros entre los respectivos dueños de dos restaurantes ubicados a sólo metros de distancia, hasta que imperan la razón sobre los prejuicios y la fraternidad genuina sobre las diferencias culturales. Y Yo antes de ti, de Thea Sharrock, cinta grata, emotiva, inspiradora y sin trampas, sobre un romance (contra todo pronóstico) entre una optimista con apuros económicos y un joven millonario cuadrapléjico, amargado por lo mismo.

Finalmente, el ciclo de musicales. En el bosque, de Rob Marshall, collage de los cuentos clásicos La cenicienta, Caperucita roja, Rapunzel y Jack y las habichuelas mágicas, en el que los eventos se dan entre canciones hermosas, pero más sombrío y adulto de lo que Disney acostumbra. La la land, de Damien Chazelle, elegante, candorosamente sofisticada, de rigurosa claridad conceptual, sin un solo segmento caprichoso o fuera de lugar. Su música y coreografías son deslumbrantes. Los miserables, de Tom Hooper, la clásica historia de Jean Valjean, perseguido por años, sin tregua, por el inspector Javert. Un festín para la vista y el oído. Y Nine, de Rob Marshall, pensada como homenaje a Federico Fellini. A días de iniciar el rodaje de su nuevo proyecto, el bloqueo existencial y creativo de un director legendario le hace recapitular sus relaciones con las mujeres importantes de su vida –su esposa, sus amantes, sus actrices, su madre– buscando el reencuentro personal y frente a su oficio. Cuatro ciclos, entre otros que seguiremos recordando en este espacio.

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Alfredo Naime

Comentarios, recomendaciones y consejos para apreciar el séptimo arte, vertidos por el más reconocido crítico de cine en Puebla y zonas aledañas. Disfruta su videoblog.

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