Pepe Hanan | Columna | Deportes

316
0

Similitudes camoteras

Pepe Hanan

Corría el año 1982. El Puebla estaba en problemas de varios tipos, económicos, de dueños, posible cambio de sede, etc.

Finalmente, con la intervención del Gobernador Guillermo Jiménez Morales, se determinó nombrar a un grupo de poblanos como directivos y la franquicia se quedó en Puebla.

Las expectativas no eran las mejores, la aspiración era salvar el descenso, no había técnico y se decidió nombrar a un ex jugador, joven aún, como responsable del banquillo camotero; a regañadientes, este personaje aceptó, se trataba de Manuel Lapuente quien, a la postre, resultó ser todo un icono en el fútbol mexicano que hasta escuela dejó.

Al no haber mucho dinero se optó por traer jugadores relativamente veteranos que ya iban de salida pero que tenían calidad, gente del Atlético Potosino como Nelson Sanhueza y Raúl Arias; del Cruz Azul como José Luis ‘Chaplin’ Ceballos, o del América como Toño de la Torre, además de Ítalo Estupiñan (el gato salvaje) quienes se integraron a los Muricy Ramalho, a los Luis Enrique Fernández, a los Moi Camacho, a los Silvio Fogel, apuntalados por algunos jóvenes como Arturo Álvarez, René Paul Moreno, el mismo Arturo ‘Mango’ Orozco y algunos más.

Cuando se esperaba lo peor, la escuadra empezó a agarrar ritmo, se volvió incómodo y empezó a sumar puntos, como local se volvió casi invencible y de visitante sumaba puntos, mismos que ante la incredulidad de muchos, les permitió terminar el torneo en la tercera posición detrás de escuadras como el superlíder América que había roto todos los récords ese año.

En la liguilla terminó por despacharse a todos los equipos tapatíos: Tecos, U. de G. y Chivas, a quienes enfrentó en la final, después de que estos derrotaron al imbatible América en el Azteca con una fenomenal bronca que terminó por minar la fuerza de los rojiblancos y le permitió a esa escuadra de Lapuente ganar la final en una sufrida serie de penales que terminó con el famoso penal del ‘campeón’ Luis Enrique Fernández y que en aquel entonces puso de cabeza a la Angelópolis.

El Puebla actual es similar, estuvo cerca de irse a Mazatlán y solo porque irónicamente su porcentaje era peor al de Monarcas Morelia, pudo permanecer en nuestra ciudad.

La directiva se deshizo ante el bajo presupuesto, de jugadores caros como Oswaldo Martínez Y Daniel Arreola, entre otros, para dar la oportunidad a jóvenes y jugadores que ya estaban siendo considerados por sus equipos.

Se trajeron a un técnico novato, barato y desconocido para el fútbol mexicano que le ha dado estupendos resultados y que incluso ahora se pelean algunos empleados y cazadores de talento de Azteca, la paternidad de quién trajo a Nicolás Larcamón al equipo camotero, que como sea, ha sabido ponerle su toque a la escuadra y ha logrado formar una verdadera familia al interior del vestuario y ese mérito no se lo quita nadie.

¿Será este Puebla capaz de emular el éxito del equipo campeón del 82? Algunos dicen que es una locura, yo creo que en este fútbol gana el que llega mejor a las instancias finales y todo, de verdad aunque usted no lo crea, todo es posible.

Por tiempo, horario y cierre de edición, me es imposible comentar lo sucedido en el estadio TSM de Torreón donde la franja se presentaba con la posibilidad de lograr al menos el empate y quedar en tercer lugar de la tabla con lo que emularía a este equipo de 82, o perder el encuentro y descender al quinto sitio para tener que jugar el repechaje.

Haya sucedido lo que haya sucedido, la actuación de este equipo camotero quedará en la historia y se tendrá la gran posibilidad ya sea por una vía o por la otra de dar la gran campanada en esta temporada.

Ya tendremos tiempo para platicar, comentar y analizar lo que viene para el equipo de la franja.
Nosotros como siempre seguiremos en línea.

Hasta la próxima.

Redacción

DEJAR UN COMENTARIO

¡Por favor escribe tu comentario!
Por favor escribe tu nombre aquí