Había dicho que esta figura, «anteprecandidato», o en su caso, «anteprecandidata», me parecía adecuada para no contravenir las reglas establecidas por la ley, que las instituciones electorales deben obligar a respetar a quienes aspiran a ocupar cargos de los denominados de elección popular, las cuales no permiten tener candidatos antes de ciertas fechas. Si a usted le parece ridícula, le sugiero revisar las leyes electorales; verá que, en comparación, no lo es tanto.
Creo que para la elección de gobernador veintimesino del próximo año, se perfilan tres anteprecandidatos y una anteprecandidata, a saber: Por el PRI, Blanca Alcalá Ruiz – primero las damas, aunque ya no se si esto es políticamente correcto – y Enrique Doger Guerrero; por el PAN, Eduardo Rivera Pérez; por el morenovallismo, José Antonio Gali Fayad, alias Tony Gali.
Habrán alianzas y complicidades varias entre los nueve partidos – incluido el de carácter estatal, no nacional – que tendrán derecho a contender y contaremos con más de dos candidatos, sin duda, algunos de los cuales servirán de patiños o de golpeadores, según convenga a sus patrocinadores, pero solo los que surjan de entre los mencionados serán aspirantes a la victoria. Pudiera haber algún candidato de Morena con oportunidad, pero solo si el Senador Bartlett dejara de estorbar, lo que no parece probable. Tampoco se ve posible un «candidato ciudadano» aunque, paradojas de la política, todos tratarán de parecer ciudadanos antes que representantes de los desprestigiados partidos.
Los que me parecen posibles, los que en este momento lo son, mañana pudiera haber sorpresas, comparten algunas características; la principal es que han sido alcaldes de Puebla, pero también legisladores – excepto Gali – y funcionarios de alta jerarquía en la administración pública – excepto Rivera – y tienen carrera política. Por ahí pudiéramos establecer comparaciones entre ellos, por ejemplo: ¿en que trienio le robaron más piezas de su coche? ¿en cuál se cayó en más baches sin que nadie se hiciera responsable por sus daños? Cosas así.
Falta mucho para que sepamos por quien se decidieron los partidos, falta que sepamos quienes serán los nuevos presidentes del PRI y del PAN, por ejemplo, asuntos nacionales que influirán en las decisiones locales, pero parece que la contienda empezará pronto. La real, quiero decir, no la formal, tan ridículamente acotada por los organismos electorales que tanto aportan a la simulación y tan poco a la democracia.
De momento, las especulaciones van tomando fuerza y seguiremos con este tema. Usted, amiga, amigo lector ¿a quién le va?