A veces es el solo detalle magnético o “atrapante” el que motiva a ir al cine; el que nos invita a hacer un alto en el resto de nuestras actividades, para dirigirnos a la obscuridad de una sala que ha de ofrecernos justo eso por lo que pagas boleto: la irrepetible experiencia de ver y vivir una nueva película.
Saludos amigos de estamosalaire.com apenas vi supágina y me enamoro, saludos y éxitos